“No tenemos agua, el escurrimiento es nulo y no podemos cumplir con el compromiso del Tratado Internacional de Aguas”, manifestó Mario Mata Carrasco, director de la Junta Central de Agua y Saneamiento, así como secretario de Actas de la Asamblea General de Usuarios del Consejo de Cuenca del Río Bravo.
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Lo anterior luego de que políticos texanos iniciaron con la presión para que México pague el adeudo del ciclo 36, por lo que aseguró que existe una pésima gobernanza del agua, donde Conagua no ha podido resolver los asuntos pendientes.
El ingeniero Mario Mata explicó que el Río Conchos es el principal tributario del tratado, sin embargo, con el cambio climático no se han registrado precipitaciones pluviales que permitan el abastecimiento de las presas y por ende que haya escurrimientos.
Destacó que los texanos no tienen razón para presionar debido a que se vive la misma sequía, es decir, conocen perfectamente que no existe el agua para tributar. “Ellos tienen la misma sequía que nosotros, el Río Bravo que nos divide ya no existe”.
El miembro del Consejo de Cuenca del Río Bravo detalló que “Aunque se quieran abrir las presas no hay agua, no hay para las necesidades básicas, menos para cumplir con el tratado”.
En los últimos años, de los aportantes aforados, el Río Conchos pasó de aportar el 54% del agua al 82%, lo que significa que Coahuila y Tamaulipas han disminuido su aporte.
Ante este panorama, México llegará al 24 de octubre de 2025 con un adeudo de alrededor de mil 300 millones de metros cúbicos, por lo que se deberá invocar el apartado del tratado que brinda una prórroga de 5 años más pagar el adeudo, sin embargo para el ciclo 37 deberá cubrirse dicho adeudo y el aporte correspondiente mismo, sin probabilidad de otra prórroga.
El ingeniero Mata resaltó que además se deberá aplicar el Acta 234 que permite el cambio de porcentaje para cubrir la cuota, es decir, México puede pagar con los dos tercios de agua que le corresponden, o bien se puede cambiar el porcentaje de aporte. Otra de las formas de pagar es con las presas internacionales pero tampoco hay agua. “La verdad es que no tenemos agua y nadie está obligado a lo imposible”.
Nota original en El Heraldo de Chihuahua