El exgobernador César Horacio D.J. pidió hacer uso de la palabra justo al inicio de la audiencia intermedia programada para este 26 de junio, en donde calificó como irresponsable la posición de la Fiscalía General del Estado en relación a su estado de salud.
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El imputado le expuso a la juez Delia Valentina Meléndez, que fue ella misma quien ordenó que se le atendiera ante cualquiera urgencia médica, y aun así, los custodios del Cereso de Aquiles Serdán que lo trasladaron a un hospital atendiendo la orden de la juez, fueron reprendidos por sus superiores.
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“Hemos sido testigos en este tribunal cómo se han ventilado opiniones de profesionales al respecto (de su estado de salud) y lo que más me lastima es darme cuenta que aún con los estudios más sólidos, profesionales, de instituciones acreditadas sobre todo en su prestigio, y profesionales que han dirigido los estudios y ningún estudio fue repetido por el mismo médico, y cada estudio lleva la firma y el prestigio de estas instituciones y me lastima observar la posición irresponsable de la fiscalía para tratar de desacreditar la condición de salud que padezco”, subrayó.
Señaló que es clara la intención que tiene la Fiscalía General del Estado, de borrar la afección de salud que padece, sobre todo la crisis en su sistema circulatorio, esto a pesar de que todos los estudios médicos presentados y probados acreditan que cuenta con problemas de salud que deben ser tratados.
El exmandatario detalló que en días pasados tuvo que ser revisado por su cardiólogo, quien lo puso en monitoreo durante 24 horas, resultando con una serie de variaciones en su presión, las cuales se complican durante las noches, lo que lo pone en un alto riesgo, sobre todo por el lugar en que pernocta.
“A partir de este estudio que se monitoreó, se refleja un comportamiento de su presión, muy complicado; por ejemplo ayer en la mañana tuve una presión de 100/60 y esta mañana fue sobre 140 y así fluctúa diario, y debo recordar que no es una circunstancia de hoy, sino que el día que fui extraditado y entregado en la Ciudad de México, ese día me registró una presión de 220/140, la misma Fiscalía de Derechos Humanos pidió la intervención médica”, recordó.
En este sentido, dijo que sus problemas de salud han sido continuos, incluso hace días el director médico de los centros penitenciarios, le realizó una revisión y le comentó que era urgente que lo viera su médico tratante, y ante esa situación, se utilizó la orden de la juez para que se le atendiera en casos de una urgencia.
Señaló que los agentes que lo trasladaron a recibir atención médica fueron reprendidos pese a que sólo seguían la orden de la juez, esto aunado a que el médico y en general la FGE, han tomado su estado de salud hasta en un sentido de burla.
“El médico (del Cereso) se río y me dijo que el problema es que lo ha tratado un doctor externo; yo le respondí que dentro del Cereso no hay un cardiólogo, en segundo lugar, el médico dice que todo lo que sucede es por el calor, y la verdad me indigna que tomen como broma mi condición de salud”, subrayó.
Publicado originalmente en: El Heraldo de Chihuahua