Luego de recorrer el Palacio de Gobierno, parte del contingente de la marcha del 8M, se trasladó por la calle Libertad a la Plaza de Armas, motivo por el cual los negocios que se encuentran en ese corredor cerraron sus locales para resguardarse.
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Con antelación ya habían hecho lo propio algunos negocios; empero, los demás estaban a la espera, por lo que, en cuanto observaron que el contingente avanzaba, optaron por cerrar los locales.
A las afueras del Congreso del Estado exigieron que se legisle en favor de sus derechos, especialmente para lograr la legalización del aborto. Igualmente, señalaron a Everardo Rojas, secretario de Asuntos Legislativos y Jurídicos como acosador.
En contraparte, fieles de la Iglesia Católica colocaron una red con claveles en la entrada de la Catedral Metropolitana de Chihuahua a fin de hacer una cadena de oración por las mujeres desaparecidas y violentadas.
“La Iglesia es mi lugar seguro, no somos enemigos, tqm amiga”, se observa en una lona colocada a las afueras del templo mayor en la capital a fin de acoger a las mujeres que se manifestaron por las calles.
“Oremos por las desaparecidas, asesinadas y violentadas. Toma una flor y escribe su nombre, oraremos por ellas”. Se observa en otras lonas que tienen colocadas, a la vez que fieles observan a lo lejos la manifestación del contingente feminista.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua