Pobladores de la seccional La Boquilla en San Francisco de Conchos exigen el cierre total de las válvulas de la presa porque se encuentra en niveles históricamente decadentes y ello pone en riesgo la salud del ecosistema y la salud pública.
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Los pobladores se reunieron en la Plaza Hidalgo a un costado de la Cruz de Clavos donde manifestaron su desesperación ante la falta de agua en las viviendas.
Alonso Montañez, ciudadano La Boquilla, señaló que el ciclo agrícola es importante pero quisiéramos que hubiera agua para todos, pero no hay y la situación es grave.
Destacó que la presa debe contar con 20 por ciento de su nivel a fin de que no se dañe la infraestructura, sin embargo, no hay atención al tema a pesar de que la afectación es considerable.
El bajo nivel que registra la presa ocasiona que los peces no resistan a llegar a las redes de los pescadores y prácticamente los levantan muertos. La afectación es devastadora y a la fecha no hay una economía saludable.
Los manifestantes señalaron que están cometiendo un ecocidio, pues solo les están “dando atole con el dedo” porque ayer cerraron la toma alta de la presa, pero no es significante y están acabando con la vida de la región.
Se estaba extrayendo 27 m3 por segundo y con el cierre de la toma llegó a 22 m3/seg, es decir, solo se disminuyó la extracción en 5 m3/seg,
Urgieron para que cierren se haga de inmediato porque además del daño al ecosistema, también hay un daño a los pobladores porque en la parte alta de La Boquilla, donde ya no hay suministro de agua y hay que acarrear el agua para darle de beber a la población y a los animales.
La situación es crítica por lo que señalaron que no negociarán una disminución en la extracción, sino que exigen sea el cierre definitivo.
Una comitiva ingresó a la reunión con el secretario de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, donde además se encuentran Mauro Parada, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural; Arturo Zubia, jefe de Agricultura la SDR; y el titular de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Mario Mata Carrasco. Los pobladores esperan ser escuchados.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua
