El trauma que les genera a las niñas y niños la migración podría dejar secuelas, los niños juegan a ser la migra y se tratan mal. Esta es una situación recurrente a lo largo de su trayecto, donde junto con sus padres y madres, viven el maltrato físico, psicológico y emocional al que las autoridades mexicanas los someten para impedirles el libre tránsito hacia la frontera con Estados Unidos de Norteamérica.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Sol de Parral
A las 7:00 horas llegó una nueva oleada de migrantes a Chihuahua, quienes denunciaron que el personal de migración, la Guardia Nacional, policías estatales y municipales los tratan como delincuentes, cuando su único objetivo es llegar a tierras norteamericanas, en busca de un sueño, de un mejor porvenir incluso en busca de salvaguardar su vida, ya que muchos son desplazados a consecuencia del conflicto armado.
William es originario de Colombia, viaja en un grupo conformado por 8 adultos y 5 niños, quien relata que el trayecto no ha sido nada sencillo, “En realidad la gente nos trata muy bien, se solidariza con nosotros y apoya”.
Esta persona en situación de movilidad, como muchas otras, coincide en que el problema radica en el trato que les brinda la autoridad, “Migración nos trata como si uno fuera basura y viniera de pronto a robarles”.
Entre sus compañeros la percepción no cambia, “Lo tratan a uno de la patada, y quieren agredir, nos hablan con malas palabras y no nos dejan seguir”.
A ellos les toca esconderse, porque los agentes del Instituto Nacional de Migración no los deportan a su país, sino que los regresan a Villahermosa, en Tabasco para que reinicien su trayecto o bien desistan en el intento.
“Pierde uno mucho tiempo, pero sobre todo el sufrimiento que le causan a los niños, la queja es la misma de todos, el tratado feo y la humillación, los niños ya están traumados, empezaron a jugar a la migra y empezaron a agredirse y pelear, una réplica de lo que vivimos”, relata William. Este grupo salió desde el mes de octubre de su país, y es el tercer intento para llegar a su meta, donde en cada intento el problema se agrava, tanto a nivel psicológico y económico.
Han sido víctimas de golpes, en la última ocasión los dejaron en paz al percatarse de que los estaban grabando, eran policías estatales y municipales de Tuxtla y en Zacatecas les intentaron sacar dinero los agentes de la Guardia Nacional, a algunos si les robaron sus celulares y la plata que traían.
A su vez, Javier Herrera de Colombia relató que salió de su país el 13 de diciembre, considera que de la CDMX a Chihuahua les ha ido mejor, pues migración los trató muy mal desde que ingresaron a México.
Javier es desplazado del conflicto armado, a pesar de que cuenta con documentos de soporte, de los intentos de secuestro, de las cosas que le quitaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y un amparo no le han querido ayudar.
“Estoy salvando a mi hijo de la guerra, yo les pediría por amor de Dios que nos ayuden”.
Su desesperación por avanzar en busca de salvar su vida, han tomado busetas, y ahora en el tren, donde incluso han empezado a sufrir hipotermia.
Les vendieron los pasajes de Bermejillo a Juárez, pero por el bloqueo de la carretera los bajaron en la capital.
“Nos ha costado mucho llegar acá”, señaló Javier, quien solicita ayuda para llegar a EU.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua