Es un hecho ya casi consumado que esta noche, la Plaza del Ángel se llenará de energía con Ricky Martin y con los aproximadamente 20 mil fanáticos que se dieron y se siguen dando cita en la Plaza del Ángel para disfrutar del concierto que da inicio al Festival Internacional Chihuahua y el Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua.
A falta de unos minutos para que la electrizante música pop y el inconfundible ritmo latino del intérprete boricua se apodere del escenario, la emoción en esta tarde-noche de jueves por parte del público es incomparable, esperando que, con sus grandes éxitos, el ídolo los transporte a momentos memorables.
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Como ya se ha mencionado a través de este medio, los fanáticos comenzaron a hacerse presentes, desde muy temprano. Los primeros literalmente madrugaron y, cual si fueran de campamento, se apostaron en el lugar que ellos creyeron sería el más conveniente para disfrutar del show y han echado mano de su ingenio mexicano para hacer lo más cómodo posible su estancia “De gallo a grillo” en el lugar.
Hablando de campamentos, varias fans fueron devueltas de los accesos distribuidos en los alrededores de la Plaza, por traer sillas plegables elaboradas con varillas, y por razones de seguridad, no pudieron entrar con su asiento. "Ahorita a ver dónde las aventamos", dijeron unas señoras que vinieron al concierto en camión, "pero de que entramos, entramos".
Todo sea por pasar unos minutos al lado del cantante, así como una velada que promete estar llena de ritmo, pasión y energía inigualable, no nada más de quien en unos momentos será amo y señor de un escenario cuyo montaje llevó días, sino de las legiones de seguidores que lo han esperado con ansia, quizá desde la última vez que pisó tierras chihuahuenses.
Y esas legiones siguen llegando. Los más, no con la prisa de quienes fueron los primeros, quizá pensando solamente en palomear en su lista de pendientes particulares, como “Asignatura pendiente”, que estuvieron en el concierto de Ricky… aunque fuera de lejecitos, como conformándose con escucharlo en vivo y verlo como si se tratara de un sueño.
El ambiente que se vive en estos momentos es similar al que se da, en esta misma zona de la ciudad, durante la ceremonia del Grito de Independencia, sólo que ahora en vez de la pirotecnia que da por terminado ese evento, una “Bomba” musical estallará sobre el templete para dar inicio a las que son consideradas las máximas fiestas de la cultura chihuahuense. Y en lugar de fervor por México, hay un casi palpable entusiasmo por alguien nacido en Puerto Rico.
A diferencia de hace diez años, cuando el cantante vino en una noche gélida de mediados de noviembre, el clima meteorológico es bastante agradable… y ni hablar del clima que ha generado el público, paciente a la espera, pero con las energías contenidas listas para soltarse en cuanto se escuchen las primeras notas de la melodía de apertura del invitado de honor.
Los distintos comerciantes, principalmente de comida y de mercancía relativa al intérprete borinqueño, diseminados alrededor de la enorme área donde será la presentación, están haciendo su agosto en pleno octubre, y la luna, tan propia y bonita de ese mismo mes, pareciera en su cuarto creciente estar esperando el inicio del concierto antes de desaparecer en el horizonte.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua