Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Fenómeno de El Niño, que ha estado en una fase positiva intensa, está mostrando signos de debilitamiento. Después de alcanzar su máximo de intensidad tras seis meses de fortalecimiento continuo, se espera una transición hacia condiciones ENSO-neutral para abril-junio de 2024.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Sol de Parral
Este evento de El Niño se perfila para ser uno de los cinco más intensos registrados, aunque no alcanzará el estatus de Súper El Niño. Las anomalías de temperatura de la superficie del mar en las regiones de monitoreo de El Niño han sido significativas, clasificando el evento como un El Niño fuerte.
Te puede interesar: Veda de Conagua impulsa pozos clandestinos en el estado
En el norte de México, este evento meteorológico se ha vivido como un invierno especialmente frío, con nevadas en la Sierra Tarahumara, pero clima mayormente seco en el resto del estado. Lo que ha causado una prevalencia de la sequía en la mayor parte del territorio.
El Niño se caracteriza por el calentamiento anómalo de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical central y oriental. Esto puede tener impactos significativos en los patrones climáticos globales, incluyendo cambios en la temperatura y las precipitaciones en diversas regiones del mundo.
Sin embargo, en los últimos meses, una burbuja de aguas frías en el Pacífico occidental ha comenzado a debilitar las anomalías positivas de la temperatura de la superficie del mar.
Esto sugiere que El Niño no se intensificará más y es probable que se debilite en los próximos meses, con una alta probabilidad de terminar en abril de 2024. Esta transición hacia condiciones ENSO-neutral será monitoreada de cerca por los expertos en clima y oceanografía.
¿Qué sigue?
Tras el debilitamiento del Fenómeno de El Niño, la atención ahora se centra en la posibilidad de que La Niña tome su lugar en el escenario climático. Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), hay una probabilidad cada vez mayor de que La Niña se desarrolle en el período de junio a agosto de 2024, con un 55% de probabilidad.
¿Qué significa esto? La Niña es el reverso de El Niño, caracterizada por temperaturas más frías de lo normal en las aguas del océano Pacífico tropical central y oriental. Este fenómeno climático puede tener una serie de impactos en el clima global, que pueden variar dependiendo de su intensidad y duración.
Algunos de los posibles efectos de La Niña incluyen:
Cambio en los patrones de la lluvia: La Niña tiende a estar asociada con un aumento de las lluvias en ciertas regiones, como el sureste asiático y Australia, y una disminución en otras, como América del Sur. De manera que puede provocar sequías en algunas áreas e inundaciones en otras. Esto es de especial importancia para Chihuahua y México en general, debido a que gran parte del territorio es vulnerable a la sequía.
Bajas temperaturas: La presencia de La Niña puede llevar a temperaturas más frías de lo normal en ciertas áreas, especialmente en el continente americano.
Impacto en la temporada de huracanes: La Niña puede influir en la actividad de los huracanes en el Atlántico, generalmente aumentando la cantidad de tormentas tropicales y huracanes.
Es importante tener en cuenta que el desarrollo de La Niña aún no es definitivo, y los pronósticos climáticos continuarán monitoreando la situación. Sin embargo, si se materializa, es probable que tenga un impacto significativo en el clima global durante los próximos meses.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua