El “corredor de migrantes”, comprendido por una ruta que atraviesa los municipios de Ojinaga, Coyame y Guadalupe Distrito Bravos ha sido utilizada al menos, desde hace cinco años, de acuerdo con el testimonio de una persona que pagó a un “pollero” junto con otras personas para que los pasaran a Estados Unidos pero en un rancho llamado Lomas de Arena, los abandonaron después de quitarles todo el dinero y los dejaron a su suerte.
Similar a los relatos que en días pasados, surgieron por familiares de personas desaparecidas en septiembre y marzo pasados, que en total suman 27 indocumentados cuyo paradero se desconoce; Pedro N. –cuyo verdadero nombre se omite para resguardar su integridad— indicó que al enterarse de lo ocurrido en meses pasados, lo sorprendió que es parecido a lo que él y otras personas vivieron cinco años atrás.
"Nos tuvieron en un lugar que estaba cerca del Cerro Grande, creo que era la colonia 11 de Febrero, donde un tipo al que apodaban el Charly nos llevó a una casa igual también tenía un contacto en la Independencia".
Como se informó ayer, un familiar de una persona originaria del Estado de México que planeaba cruzar a Estados Unidos, le pagó a un “coyote” que los llevaría de la ciudad de Chihuahua a Ojinaga, después a Coyame y Guadalupe D. B. para pasar por Odessa, Texas.
Mientras salían rumbo a ese lugar, la persona se comunicó con sus parientes y les dijo que los tenían en una finca situada frente a un cerro, que resultó ser El Coronel, en la colonia Independencia.
Desde el 25 de septiembre, sus familiares no volvieron a saber de él ni de las otras 12 personas que iban en el grupo. Una situación similar a la que se exhibió con otras 14 personas que viajarían por la misma ruta, partiendo de la capital del estado, y que se desconoce su paradero desde marzo pasado.
Al respecto, Pedro N. subrayó: “A nosotros nos llevaron a Ojinaga, donde nos trajeron dando vueltas y en la desviación de la carretera libre y la de cuota, entramos al monte rumbo a un rancho llamado Lomas de Arena”.
Refirió que al llegar a ese lugar, aparecieron otros hombres que estaban armados y los obligaron a entregarles todo el dinero que traían, tras lo cual los abandonaron ahí, dejándolos a su suerte.
Por fortuna, agregó, aunque deshidratados y golpeados, pudieron llegar al poblado más cercano, donde los auxiliaron y ya cada uno siguió su camino. Pedro N. ya no intentó irse a Estados Unidos, se fue a vivir a otro estado de la República, donde reside desde entonces.
“Deseo de todo corazón que esas personas aparezcan sanas y salvas, y que las autoridades finalmente investiguen ese corredor desde Chihuahua hasta Coyame y Guadalupe, en particular ese rancho Lomas de Arena porque todos los traficantes llevan ahí a quienes quieren pasar a Estados Unidos”.
Otro caso parecido al de Pedro N. se difundió el 8 de julio pasado, cuando un grupo de 12 migrantes –4 originarios de Ecuador y 4 de Guatemala, y el resto connacionales del sur del país— se extravió en los límites de los municipios de Chihuahua y Coyame del Sotol, donde los rescataron en distintos operativos, personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil.
Entonces, se estableció que tenían tres días perdidos y fue por una llamada de emergencia que uno de ellos hizo al sistema 911, que se logró conocer su ubicación aproximada, en una zona a cinco kilómetros del rancho denominado “Los Panchos”. Sin embargo, dos personas más que viajaban con ese grupo, no fueron localizadas.
El triángulo de las Bermudas en Chihuahua
A partir de las recientes publicaciones, se perfiló que el llamado “triángulo de las Bermudas” en el estado, ha sido empleado para cruzar a decenas de personas a Estados Unidos y probablemente con las oleadas de migrantes y viajeros del país, las cantidades de traslado se han multiplicado.
No obstante de los testimonios, la Fiscalía General del Estado no ha informado oficialmente que se realicen operativos en esa región y en especial, en los ranchos aledaños como Lomas de Arena o Los Panchos, si bien se ha documentado que les cobran por llevarlos, después son privadas de la libertad y les quitan su dinero, tras lo cual los abandonan en el desierto.
Por ello, amigos y familiares de algunas víctimas relataron a El Heraldo de Chihuahua, cómo arribaron a la capital del estado y viajaron rumbo a Ojinaga con tal de alcanzar el sueño americano.
Tampoco las autoridades capitalinas ni de los municipios involucrados han revelado sus investigaciones al respecto.
No se descarta incluso, que el hallazgo realizado el 19 de septiembre pasado en la bodega de un predio cercado en la colonia Vistas Cerro Grande, donde elementos policíacos rescataron a 340 migrantes, al parecer todos de Guatemala, esté relacionado con este tipo de prácticas de los “polleros” que en ese caso, los fueron concentrando en ese lugar durante tres meses y les fueron cobrando desde 5 mil hasta 90 mil pesos.
Una vez que las personas fueron liberadas del hacinamiento y la insalubridad en la que permanecieron en esa bodega, continuaron su camino sin que personal del Instituto Nacional de Migración se presentara ni diera seguimiento a las condiciones en que entraron al país y cómo continuarían su camino rumbo a Estados Unidos.