El acentuado déficit en la producción de chips electrónicos que paralizó el mercado mundial automotriz servirá como una ventana de oportunidad en la que la industria chihuahuense se declara lista para entrar, afirmó el presidente de Index, Román Rivas.
“No tenemos nosotros en Chihuahua fabricantes, pero sí tendríamos la capacidad técnica y tecnológica como para que alguna empresa se anime a invertir”, expresó.
Los paros laborales en plantas de producción y de proveeduría ocasionados por la pandemia de Covid-19 durante 2020 causaron estragos en todos los niveles, y aunque se esperaba que la recuperación fuera lenta, no fue así, pues tras la paralización económica hubo un rápido repunte en las actividades, expuso.
“Es lógico, la pandemia tuvo un impacto fuerte en la demanda de aparatos electrónicos, como teléfonos inteligentes, PC, laptops, etcétera, y ya cuando los fabricantes de vehículos se quisieron ponerse otra vez al día, pues ya no tenían para cubrir todos los mercados”, señaló.
Destacó que la situación hizo que el bloque comercial formado por Estados Unidos, México y Canadá viera la necesidad de no tener que depender tanto de Asia, y de esta manera se anunció la instalación de más plantas de nanotecnología en Estados Unidos.
“Chihuahua tiene mucha industria electrónica, no tenemos nada como eso, o sea sí se requiere un nivel mucho muy alto, nos falta meternos ahí y no es cualquier cosa, pero necesitamos buscar oportunidades en ese aspecto”, añadió.
Mencionó que en Mexicali, Baja California, ya existe una fábrica de chips, entonces, aunque sean pocas las empresas que han incursionado en el área, Chihuahua “sí tendría el nivel técnico para una empresa de ese nivel, por supuesto”.
En el marco internacional, la falta de producción de estos semiconductores hizo que el mercado automotriz dejara de producir cinco millones de vehículos ante la falta de componentes electrónicos.
“Yo creo que vamos a tener todavía un largo camino de aquí a que se recupere la capacidad, y está previsto para el 2023, que se recupere al 100 por ciento, la capacidad para fabricar chips electrónicos”, agregó.
Una de las prioridades será ajustar los planes de producción en la industria, a que realmente pueden producir los clientes, en el marco de un año incierto por factores impredecibles como la aparición de variantes de Covid.
“Nada más Toyota, que es uno de los más grandes fabricantes automotrices, redujo en un 40 por ciento su producción de vehículos”, finalizó.