A un mes del asesinato de dos sacerdotes en Cerocahui, la Compañía de Jesús declaró que no consentirá la impunidad y trabajará con construir el tejido social.
"Estamos convencidos de que si prevalece como hasta ahora la impunidad, no será posible avanzar hacia la reconciliación y la paz", señaló la Compañía de Jesús.
Hoy se cumple un mes del asesinato de dos sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como de dos laicos en Cerocahui, Chihuahua es por ello que la Compañía de Jesús continúa exigiendo justicia y dada la ausencia del Estado, solicitan la presencia de fuerzas federales con protocolos adecuados para garantizar la seguridad en la Tarahumara.
A un mes del doloroso asesinato de los presbíteros Javier Campos y Joaquín Mora, así como de dos laicos en Cerocahui, Chihuahua la Compañía de Jesús en México continúa exigiendo justicia.
A través de un comunicado expresaron estar convencidos de que si prevalece como hasta ahora la impunidad, no será posible avanzar hacia la reconciliación y la paz.
Indicaron que durante este mes, han manifestado a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno que para la Compañía de Jesús es prioritario que se garanticen los derechos de las comunidades rarámuri. Así como la atención que sobre la región ha generado este lamentable hecho que sacudió al país.
Manifestaron que esta situación no puede ser coyuntural, por lo que se deben revertir las causas estructurales de la violencia en la Sierra, que prevalecen desde hace décadas.
Declararon que dada la ausencia de Estado en la región, es indispensable que continúen presentes de forma provisional las fuerzas federales, con los protocolos adecuados para interactuar con culturas indígenas y asegurando el respeto irrestricto de los derechos humanos, hasta que se reconstruyan las condiciones de paz en las comunidades de la Tarahumara.
"El intempestivo asesinato de nuestros hermanos jesuitas nos remite a la vivencia de tantas víctimas de la violencia que siguen esperando justicia y verdad en nuestro México adolorido. Recordamos a las familias de personas desaparecidas, a las víctimas de feminicidio, a los migrantes que no volvieron a casa, a los periodistas que perdieron la vida ejerciendo su labor, a las personas desplazadas por la violencia, a tantas y tantos que como nosotros también esperan una justicia que no llega, por las mujeres, por nuestras infancias, por nuestras juventudes, por todo el pueblo de México".
En el documento argumentaron que hoy más que nunca es indispensable caminar en conjunto con diálogo, con responsabilidad, con propuestas y con esperanza, privilegiando la atención de preferencia a los más pobres.
Los jesuitas reiteraron el llamado que han hecho a abrir espacios de diálogo para revisar la actual política de seguridad.
"Los jesuitas agradecemos la solidaridad internacional y nacional que hemos recibido. Agradecemos a quienes se han unido a nuestro llamado de justicia y reconciliación. Nos sentimos unidos a muchas voces que anhelan la paz en nuestro país"
La memoria de nuestros queridos Joaquín y Javier, de las demás víctimas de Cerocahui, y de tantos dolientes que en México no reciben la misma atención, nos llaman a no consentir la impunidad y a trabajar por la reconstrucción del tejido social. Sabemos que en ese camino seguiremos coincidiendo con miles de mexicanos y mexicanas que anhelan un país con paz, justicia, dignidad y derechos humanos.
