En Chihuahua existen 22 casos de transfeminicidios del 2015 a la fecha que nunca van a aparecer con este concepto debido a que son considerados como homicidios o en el mejor de los casos como feminicidios, cuando se logra acreditar alguna de las características.
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El Código Penal de Chihuahua en el Artículo 136, fracción XI establece que se considera un feminicidio cuando se cometa por razones de género contra una persona con identidad de género distinta a su sexo, por lo que se han denonimado transfeminicidios.
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“El homicidio de odio se detecta por la manera en que las mata, como las violentas, la saña con que las torturan. Todas han sido por odio”, aseguró Mayte Regina Gardea de Unión y Fuerza de Mujeres Trans Chihuahuenses, por lo que es necesario contar con procesos diferenciados que les permita acceder a la justicia.
En Chihuahua, el prejuicio, la discriminación, el rechazo y los mayores discursos de odio hacia la comunidad LGBTQ+ han salido del Congreso y permanecen
Mayte pasó a la historia al convertirse en la primera mujer transindígena en aparecer en una boleta electoral para ser candidata a una diputación local. Esta fue la primera acción afirmativa en Chihuahua a favor de la comunidad trans, aunque no llegó al Congreso del Estado, buscará que su propuesta para tipificar como feminicidio agravado por razón de orientación sexual e identidad de género.
Esta iniciativa busca que se imponga una sanción a quienes hubieran cometido un feminicidio en contra de una mujer cisgénero, lesbiana, bisexual, trans, es decir, arropa a todas las mujeres sin hacer distinción. A la vez obliga a las autoridades del Estado a actuar con perspectiva de género y derechos humanos, sobre todo en las instancias dedicadas a la seguridad y a la impartición de justicia.
Mayte, tuvo un acercamiento con el diputado Francisco Sánchez de Movimiento Ciudadano para que la iniciativa llegue al pleno del Congreso del Estado.
Recordó que todos los derechos están garantizados en la Constitución, no las creencias de las personas, “Por un discurso de odio, nos han quitado la vida, robado la dignidad y la tranquilidad, nos han robado la paz. Yo creo en un Dios que es amor, respeto, que es tenderle la mano al prójimo, que es hacer las cosas bien y no lastimar a nadie”.
Mayte afirma que esos discursos de odio y prejuicios son lamentables. Se remitió a un pasaje bíblico, donde Jesús, hijo de dios, es condenado a muerte y Barrabas es liberado a pesar de ser un criminal, “Yo te puedo asegurar que si nos ponen a 10 de la comunidad LGBTQ+ y a los 50 sicarios más sanguinarios, el pueblo haría lo mismo, diría que nos mataran a nosotros y nosotras”.
La cultura de odio se va enraizando, al grado que se espantan al ver a dos hombre o mujeres besándose para mostrar su afecto, pero no se espantan al ver a los niños frente al televisor viendo series de narcotraficantes, criminales y polígamos.
VIOLENCIA CONTRA PERSONAS TRANS
La cultura transodio va en aumento a consecuencia de los discursos de odio que se profesan, incluso desde instancias como el Congreso del Estado de Chihuahua.
A nivel estatal son 22 casos desde 2015 a la fecha, dado que desde entonces accedieron al cambio de nombre y fueron tomadas en cuenta como mujeres y no como varones.
A las autoridades de Chihuahua no se le ve voluntad para resolver la problemática de fondo, “Ninguna autoridad se ha acercado para informar sobre el avance de los casos, de las 22 carpetas no hay alguna línea de investigación”.
Mayte resaltó que esos 22 casos son los oficiales que llegaron a la FGE, pero la asociación cuenta con otros datos, porque están los homicidios que se perpetraron antes de la ley del cambio de identidad, “Ante no había un registró, entonces al morir una de las mujeres trans, en las carpetas de investigación iba el registró de nacimiento, es decir, Juan López. Con la ley, empezaron a registrar los transfeminicidos, ya nos contaban como mujeres”.
El tema de seguridad y justicia para personas trans debe contar con procesos diferenciados, porque los únicos que pueden exigir justicia a las autoridades son los familiares directos, sin embargo en el caso de muchas mujeres trans, la familia las desecha y no les interesa exigir esclarecimiento del caso. Las compañeras lo hacen pero al no haber un vínculo afectivo, no se actúa, el caso se sepulta.
En la actualidad se hacen leyes diseñadas para hombres y mujeres, “Las leyes están sexualizadas, se guían por vágina y pene, para nosotras mujeres trans debemos tener procesos diferenciados, iniciando con reconocer el transfeminicidio”.
Mayte Regina considera que en el tema de las víctimas de transfeminicidio no hay avance, mucho menos en la justicia. “Las mujeres trans de Chihuahua, Delicias, Cuauhtémoc, La Junta y la zona serrana no han visto la justicia, a la fecha no hay un solo juicio que haya derivado en una sentencia ejemplar para un transfeminicida”.
Para esta mujer, la reforma al poder judicial es una esperanza para romper el pacto entre jueces, ministerios públicos y fiscalías del estado, “En Chihuahua para nosotros las mujeres trans es una burla total, es como si no existiéramos y el Estado manda el mensaje de que cualquier persona tiene el derecho a quitarnos la vida sin consecuencias”.
De acuerdo al Observatorio de Personas Trans Asesinadas de Transgender Europe (TGEU) y su proyecto Transrespeto versus Transfobia en el Mundo (TvT) arroja que desde el 2008 al 2023 en México se cometieron 701 asesinatos de mujeres trans, con ello ocupa el segundo lugar a nivel mundial, solo por debajo de Brasil que registra mil 841.
La investigación asienta que en México a pesar de que se cuenta con el cambio de nombre como un reconocimiento legal, aún se criminaliza y se persigue a las personas trans.
Durante el 2023 se registraron 33 homicidios de mujeres trans, en el primer semestre del 2024, se registran 44, el mes de mayo incidencia fue febrero dado que se contabilizaron 10.
Mayte resaltó que los homicidios están plagados de odio, saña, crueldad.
La Oficina de Naciones Unidas explica que el transfeminicidio es un término para describir el asesinato de mujeres trans cometido por el desprecio o sentido de posesión hacia ellas. Combina las palabras transgénero y feminicidio.
MIREYA SIGUE SIN JUSTICIA
Desde el 2020, el transfeminicidio de Mireya Rodríguez Lemus, activista y defensora de derechos humanos, continúa impune. Cada 1 de septiembre se manifiestan para exigir justicia al Tribunal Superior de Justicia.
El caso de Mireya acaparó reflectores, era la presidente de Unión y Fuerza de Mujeres Trans Chihuahuenses. El 29 de agosto de 2020 fue vista por última vez con vida en los alrededores de su vivienda. Durante 3 días no tuvieron noticias de ella. Fue entonces que sus compañeras decidieron ir a buscarla a su casa. Al llegar no pudieron ingresar porque estaba cerrado con candado. Cuando lograron hacerlo, encontraron una escena violenta, sumamente sangrienta, en la sala estaba el cuerpo inerte de Mireya.
La evidencia apuntaba a un crimen de odio, debido a la saña con la que le arrebataron la vida, sin embargo los elementos de la Fiscalía General del Estado no resguardaron la escena, simplemente se llevaron el cuerpo.
Una semana después del homicidio, el 11 de septiembre se giró orden de aprehensión en contra del presunto responsable, el 13 de septiembre la FGE anunció la detención de Iván Arturo, presunto responsable del crimen. Durante un año permaneció en prisión, por lo que se pugnaba para que por primera vez en Chihuahua y en latinoamérica se reconociera la identidad sexogenérica de una mujer trans y se investigara el crimen como homicidio por razón de género.
A pesar de que se investigó con perspectiva de género, el 8 de julio de 2022 fue liberado, a pesar de contar con más de 70 evidencia en su contra, los jueces continuaron con prejuicios que no abonaron en la impartición de justicia.
Entre las pruebas estaba que en el domicilio del imputado se localizó ropa con sangre de la víctima; tenía el celular de la víctima y el auto, mismo que vendió.
El caso de Mireya es el que más avance había tenido, “El trans feminicida anda libre, como si jamás hubiera matado a mi amiga, veo muy difícil que la justicia llegue en Chihuahua”.
Nota publicada en El Heraldo de Chihuahua