Según la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones (Ceaadic), al menos cuatro de cada diez personas de etnias indígenas que viven el el estado de Chihuahua, son consumidores de alcohol y la edad promedio de inicio en el consumo oscila entre los 8 y los 11 años.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Sol de Parral
Esta dependencia destaca que la población indígena se encuentra en una situación de vulnerabilidad creciente, ya que el consumo de alcohol y drogas inhalables, como solventes, está en aumento.
El consumo de alcohol y inhalantes puede dar lugar a consecuencias graves, incluyendo enfermedades cardíacas, convulsiones, sofocación y asfixia.
Enfatizando la problemática, la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones subraya que el arraigo en el consumo de alcohol ha desencadenado otros problemas dentro de estas comunidades, como conflictos familiares y violencia.
Como parte de las actividades programadas para la 29ª Semana Nacional "Compartiendo Esfuerzos", organizada por la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, A.C., se llevarán a cabo charlas en comunidades y asentamientos. El objetivo es concientizar a las personas sobre la naturaleza de la enfermedad del alcoholismo y sus impactos, buscando así generar un mayor entendimiento en la sociedad.
De acuerdo a la aportación de los Centros de Integración Juvenil, el primer paso para que una persona con alguna adicción pueda avanzar a la recuperación, es identificar aquellos síntomas que muestran que enfrenta alcoholismo.
Entre éstos, las personas presentan un consumo en ascenso en su ingesta, tanto en cantidad como en la frecuencia en la que beben alcohol.
En las comunidades étnicas, se ha normalizado el consumo diario de bebidas alcohólicas, que cada vez se extiende a edades más tempranas y afecta tanto a hombres como a mujeres.
Las pláticas que se imparten, en la Semana Nacional "Compartiendo Esfuerzos", tienen además, el objetivo de que no solo la persona que consume alcohol, sino sus familias, sepan identificar está situación como una enfermedad.
De igual manera, que puedan prevenir que está práctica continúe o se extienda a sus hijos e hijas, y que sepan que existen instancias que pueden ayudarles en su rehabilitación.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua