Las exequias de los hermanos Joaquín César Mora Salazar, S.J. y Javier Campos Morales, S.J., reunieron a la curia local y nacional en el templo del Sagrado Corazón de Jesús se dieron cita para despedir los restos mortales de los sacerdotes.
Las balas cegaron la vida de Joaquín y Javier el pasado 20 de junio en el templo de Cerocahui. Murieron a manos del crimen organizado.
Durante su misión cosecharon hermanos, amigos, fieles seguidores de Jesús, ellos con su ejemplo de humildad supieron trasmitir las enseñanzas de Jesús. Ahora ese corazón ensangrentado los recibe en su seno.
Las puertas del templo se abrieron alrededor de las 11:20 horas para dar paso a los cientos de feligreses que se dieron cita en el templo del Sagrado Corazón de Jesús para acompañar a los jesuitas.
El aforo se restringió a 300 personas, sin embargo, se colocó un espacio exterior con una enorme pantalla para quienes no alcanzaron a ingresar al templo. Previo a ello los feligreses se formaron en la puerta para acceder al templo. Aunque el cierre de la puerta causó algo de molestia, pues se encontraban muchas personas aglomeradas.
La puerta principal permaneció abierta y algunos fieles desde ahí acompañaron en oración.
Los ralámuli también se dieron cita para despedir a sus pastores, quienes por años caminaron junto a ellos.
Los hermanos Joaquín César Mora Salazar, S.J. y Javier Campos Morales, S.J., eran muy queridos por los indígenas, a quienes siempre acompañaron en su camino.
En el templo se dieron cita políticos, académicos, religiosas, y laicos.
Don Constancio Miranda Weckmann arzobispo de Chihuahua y el padre Luis Gerardo Moro Madrid S.J., presiden la misa exequial.
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Monseñor Weckmann señaló que ante la trágica muerte se sienten agobiados y. L hay palabras para aliviar el dolor, sin embargo, pidió no desesperarse, pues se tiene la certeza de que Javier y Joaquín continúan viviendo en una dimensión distinta, hasta ahora incomprendida por los humanos.
Elevaron oración para que Dios enjugue las lágrimas de los dolientes y que María interceda por todos quienes hoy están en este valle de lágrimas.