Sentados en las vías del tren los migrantes venezolanos esperan proseguir su camino hacia Ciudad Juárez. En su cara, además de cansancio, hay miedo y angustia, pues afirman que deben cuidarse para no ser enganchados y secuestrados por cárteles o abusados por la policía. En esta travesía se les va la vida, pero buscan llegar a un mejor sitio para ellos y sus familias.
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Dumbliwer Ramos, en compañía de seis personas, todas en situación de movilidad relató que desde hace 3 meses salieron de su natal Venezuela y hace 45 días se encuentran en territorio mexicano, donde han sido víctimas de violencia, abusos policiales, robos y engaños.
“Es muy poca la gente que nos ayuda”, señaló cabizbajo el hombre, quien afirma que ellos solo van de paso, en busca de una mejor vida, libre de represión.
Estas siete personas migrantes forman parte de un grupo de 15, quienes esperan subirse al tren para proseguir su camino hacia la frontera en Ciudad Juárez. El próximo día 21 de diciembre debe de resolverse la situación de las personas en situación de movilidad, ya sea que Estados Unidos les otorgue el asilo o bien que realice la repatriación pero desde el mismo país estadounidense.
“Venimos llegando a Chihuahua y no nos han brindado ayuda, más bien los que migración nos han querido agarrar para regresarnos”, relató otro de los migrantes.
El relato es extenso ya que llevan más de 90 días en busca del sueño americano, pero ello casi les cuesta la vida, pues además de que han sido apedreados, también fueron detenidos por agentes de migración quienes les retiraron sus credenciales de identificación, “Ellos nos llevan con engaños, dicen que nos van a dar un permiso para estar aquí y nos detienen por días sin tener comunicación con nadie, te quitan teléfono y lo poco que tienes”.
Otro de los migrantes asegura que si los de migración no quieren verlos, pues que los manden al consulado pero en realidad los mandan “pa`tras”. “Nos detienen como si fuéramos unos delincuentes”.
A algunos de los migrantes les rompieron el permiso que tramitaron en la frontera sur.
Para ellos, un refugio para migrantes es un oasis, donde pueden descansar sin temor, se les brinda comida caliente y pueden asearse. “Comemos y nos vamos”.
La fría noche del lunes la pasaron cerca de las vías del tren, ya que esperan treparse temprano pero no salió la corrida. Señalaron que hay veces que tienen que esperar de uno a dos días en lo que pueden subirse.
El temor es un sentimiento que los acompaña en esta travesía, pues hay migrantes que les cuentan cómo fueron extorsionados por los miembros de la delincuencia organizada, quienes se los llevan a la fuerza y hasta los asesinan.
“Nos tememos que cuidar de todos y hasta de los policías, quienes buscan quitarte lo que medio tienes, si tienes unos pesos te los quitan… ¿si me entiende?”
En este difícil trayecto también buscan empleo, con eso que les pagan van sobreviviendo, el dinero lo usan para comer. Su dieta no es muy variada, pues es para lo que les alcanza.
“Lo que deseamos es que nos dejen seguir nuestro destino”.
Como ellos, miles de personas en situación de movilidad buscan llegar a la frontera.
Antes de la guerra contra el narco decretada por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, los migrantes contaban con rutas seguras, sabían por dónde pasar, con quien llegar, donde pagar y a quien pagarle, ahora cada cártel de la delincuencia organizada quiere cobrar por su paso, de lo contrario asesinan sin piedad, dando paso a las fosas clandestinas llenas de migrantes.
Publicado originalmente en: El Heraldo de Chihuahua