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Una menor de cuatro años de edad que fue víctima de constante violencia física, emocional y psicológica por parte de su padre, fue asegurada por el personal del DIF. La menor de edad y su padre tenían viajando varios meses desde Honduras hasta la ciudad de Chihuahua.
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Además del maltrato que recibía la pequeña de cuatro años de edad, se detectó que el padre la aprovechaba para que pidiera dinero en las calles, no solo en la ciudad de Chihuahua, sino que durante todo el trayecto, la menor había sido presionada para que saliera a las calles a pedir dinero, a pesar de su corta edad y el riesgo que esto conllevaba al andar en las calles sola.
Personal de algunas asociaciones civiles tuvieron conocimiento de este caso, luego de que el padre, un hombre de cerca de 30 años de edad, escapó del campamento migrante que se encuentra al sur de la ciudad el pasado lunes, cuando al parecer, algunas personas lo estaban persiguiendo -por razones que aún no son esclarecidas- y se acercó con varias personas para pedir ayuda.
Ese día, el hombre decidió solicitar ayuda a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), a quien pidió de forma urgente que lo deportaran junto con su hija, ya que señaló, lo estaban buscando y lo querían matar. Los agentes le informaron que no podrían llevarlo con el INM, pero que podrían llevarlo con una asociación.
Al llegar a la asociación que se hace cargo del cuidado de los migrantes que van de paso en la ciudad, se entrevistaron con la menor de cuatro años y con su padre, donde notaron un comportamiento extraño por parte de la niña de cuatro años y fue cuando decidieron buscar la intervención de personal especializado en psicología y trabajo social.
Al entrevistarse con la menor de edad, se percataron de que era víctima de maltrato por parte de su padre, quien le obligaba a decir cosas distintas para ocultar otras, además, la golpeaba y le gritaba, por lo que decidieron mantenerlo en resguardo, pero logró escaparse con la menor.
Luego de haber caminado por varias partes en la ciudad de Chihuahua, donde buscaba la forma de abandonar el estado y regresar a su país natal, la menor de cuatro años sufrió un golpe de calor y deshidratación, motivo por el cual fue llevada al Hospital Infantil de Especialidades, donde fue internada por algunos días.
Al tener contacto con el personal médico, también notaron las condiciones en las que se encontraba la menor de edad y fue cuando se solicitó la intervención de personal del DIF, quienes tuvieron la oportunidad de hablar y entrevistarse con la niña, para conocer su historia y descubrir más detalles de su comportamiento.
El personal del DIF terminó con su intervención y localizó una alta incidencia y riesgo por parte de su padre, motivo por el cual determinaron que la menor de cuatro años debía ser separada de su padre porque era víctima de una constante agresión de diferentes tipos y no podría más convivir con él.
La menor se encuentra en resguardo de las autoridades del DIF, donde se mantendrá en estado óptimo de salud, así como en atención de todos los servicios que sean requeridos para garantizar una buena estancia dentro de la ciudad de Chihuahua.
Este es el primer caso del DIF que interviene en el campamento migrante, donde los menores pueden ser víctimas de diferentes agresiones o presiones por parte de sus progenitores, incluso algunas acciones en las que se busca la recaudación de dinero para supuestamente continuar con su viaje a los Estados Unidos.
Sobre estos hechos, también la Fiscalía Especializada de la Mujer tiene conocimiento del caso e integró una investigación, por lo que se encuentra concentrando elementos para determinar la gravedad del delito y las posibles sanciones que logren acreditar en este caso.
No es bueno fomentar mendicidad, no conocemos lo que hay detrás: Especialista
Linda Flores, quien es una especialista en el tema de movilidad dentro de la ciudad de Chihuahua y es directora de la Casa Migrante San Agustín compartió que si bien, existe el tema de la mendicidad por parte de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, no es bueno fomentar esta práctica.
Lo anterior, tras conocer el caso donde resguardaron a una niña migrante de cuatro años, quien era obligada a pedir dinero en las calles durante su trayecto por todo México, pues asegura que nadie sabe qué hay detrás de esas personas que se encuentran pidiendo una moneda, principalmente los que llevan niños en su acompañamiento.
Afirmó que no es una solicitud para evitar que los migrantes no obtengan un apoyo de la ciudadanía, pero comentó que el grupo de migrante lo que busca es seguir su trayecto a los Estados Unidos y cuando obtienen un apoyo o respaldo de la sociedad, es cuando comienzan a establecerse, como ocurrió con el campamento migrante ubicado al sur de la ciudad.
Nota original en El Heraldo de Chihuahua
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