El agua de Chihuahua, es de Chihuahua y se queda en Chihuahua, así lo dijo la gobernadora María Eugenia Campos en relación en relación a la intención de estados como Tamaulipas y Nuevo León, para acceder al agua de esta entidad.
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Respecto a la aprobación del Consejo de la Cuenca del Río Bravo, de un modelo matemático que pretende justificar la apertura de las presas de Chihuahua, la mandataria expuso que no es una casualidad que el delegado de Conagua, haya sido removido al estado de Hidalgo.
Ante esto, advirtió que los movimientos que se han registrado en las últimas semanas en relación al agua, podrían significar un nuevo intento por parte del Gobierno Federal, para extraer el agua de las presas.
“La Federación tiene muy claro y se lo comenté en su momento al entonces canciller Marcelo Ebrard y al entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, pero ambos andan en campaña, y los dos sabían que se iba a generar un conflicto social si no paraban este asunto”, subrayó.
La jefa del Ejecutivo Estatal añadió que otra problemática es la de la falta de energía eléctrica por parte de la CFE para que los pozos puedan llevar agua a los ciudadanos, sobre todo en lugares como Chihuahua y Juárez, en donde la falta de energía ha ocasionado una reducción en la presión de agua.
Exhortó a la CFE que solucione el problema del suministro de energía para los pozos, pues aunque se sabe que hay deficiencias energéticas, su trabajo en resolverlas, y ese sería un buen motivo para que se comiencen a generar energías renovables.
“Es una tarea de la CFE no de los habitantes, ni de Chihuahua ni de Nuevo León, sino que es de la Comisión Federal de Electricidad”, puntualizó Campos Galván.
Nota original en El Heraldo de Chihuahua