Los huéspedes del Centro de Recuperación y Rehabilitación para Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción (C.R.R.E.A.D.) y del Centro de Rehabilitación Femenina Santa María Magdalena, ante la pandemia, están valorando con más conciencia el apoyo de sus seres queridos, ya que las reuniones están restringidas en tiempo y horarios, lo que les da más fuerza, para cuando les toque nuevamente su visita, estén en mejores condiciones ante su adicción.
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En lo mencionado coincidieron María Quintana y César Rodríguez Vega, manifestando que ante la contingencia, las medidas de prevención se han efectuado de una manera adecuada, siguiendo las indicaciones del sector salud, lo que hasta el momento ha mantenido estos centros libres de algún contagio.
César Rodríguez Vega, oficinista de Centro de Recuperación y Rehabilitación para Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción (C.R.R.E.A.D.), explicó que los 125 internos ven difícil la situación, porque extrañan a sus familiares, esto les ha ayudado, ya que así iniciaron a valorar el apoyo de ellos, ya que antes no le tomaban importancia y les “valía” como si estuvieran de vacaciones.
Lo anterior les ha ayudado a fortalecer su actitud, ganas de rehabilitarse y de verse mejor cuando esperan con gran ansia la visita de su familiar, aún y que sólo son cinco minutos, cabe mencionar que durante la pandemia se mantiene las normas de prevención, como el uso de gel, la sana distancia y uso de cubrebocas.
Por su parte, María Luisa Quintana, Presidenta del Patronato del Centro de Rehabilitación Femenina Santa María Magdalena, mencionó que ante la contingencia las huéspedes han tenido momentos interesantes, ya que están con la preocupación constante de cómo estarán sus familiares afuera.
Con lo dicho, las muchachas están haciendo conciencia y tomando un valor más profundo el continuar con su rehabilitación, aún y que las visitas se redujeron a una hora, las jóvenes esperan su turno, ya que esta reunión con sus familias les da más fortaleza de seguir con mayor responsabilidad su tratamiento.
La presidenta añadió que en el centro se les apoya, psicológicamente, espiritualmente, así como con otras actividades complementarias como manualidades, canto, lectura, clases de guitarra, para cuando terminen su tratamiento se pueda auto emplear.