Cantineros de Parral atraviesan por una fuerte crisis derivada de la contingencia sanitaria del coronavirus. El cierre de negocios como medida preventivas ha representado un noqueo para la economía de los operadores de dicho giro, de los cuales ya hay quienes han entregado sus negocios. Afectados esperan que una vez transcurrida la pandemia las condiciones permitan reactivar sus actividades.
RECIBE LAS NOTICIAS DE EL SOL DE PARRAL ¡AHORA EN TELEGRAM! SUSCRÍBETE AQUÍ
Este jueves se cumplió un mes de que la pandemia por coronavirus obligó a cerrar todos los negocios en los que pudiera existir aglomeración de personas, tales como bares, cantinas, restaurantes y cines, entre otros.
En este sentido, el asesor jurídico de la unión de cantineros, encargados de bares y restaurantes en Parral, licenciado Eduardo Armenta Pérez, manifestó que se trata de una difícil situación para los operadores de dichos giros.
Comentó que es necesario un deber acatar las disposiciones para evitar la propagación del Covid- 19, sin embargo, el impacto económico que representa el no trabajar los citados negocios, es un noqueo para los encargados de las negociaciones.
Y es que las rentas, pagos de servicios, aportaciones obrero- patronales, sueldos y salarios, entre otras obligaciones, ponen a los patrones entre la espada y la pared ya que no cuentan con ingresos, y los acreedores no entraron en cuarentena, esperan el pago puntual.
“Es una situación muy difícil la que está atravesando el gremio, hay quienes no han podido pagar los sueldos íntegros de sus trabajadores, viéndose obligados pagar un porcentaje, pero no porque no quieran pagar, sino porque no pueden, incluso, ya hay quienes han decidido mejor entregar sus negocios pues se ha llegado a puntos insostenibles.”, puntualizó el licenciado Armenta.
Comentó que también hay afectados indirectos con el cierre de estos establecimientos, que a su vez fungen como entro de trabajo para músicos, vendedores de rosas, vendedores de discos, boleros y hasta de quienes entran para pedir alguna ayuda económica a los clientes.
Asimismo indicó que en el caso de los restaurantes hubo quienes optaron por adoptar la modalidad de servicio a domicilio o comida para llevar, pero no a todos les ha funcionado o les ha sido rentable.
“Y es que en el caso de los alimentos estos se tienen que preparar y si no se venden se les echan a perder, aunado a que oros se vieron obligados a contratar repartidores, mismos que no pueden laborar si no se les afilia al seguro social, fue más el costo que el beneficio, por lo que mejor cerraron”, comentó el entrevistado.
Finalmente, agregó que pese a la adversidad el gremio se mantiene optimista para poder reactivar sus negocios una vez transcurrida esta contingencia sanitaria, para poder seguir impulsando la economía y generando empleos. Esperan que el gobierno en cualquiera de sus niveles ofrezca algún estimulo o apoyo, que en lo mucho, o poco, será de ayuda para poder salir delante de esta crisis.