Parral, Chih.- La falta de precipitaciones pluviales que se vive en el sur del estado y la irregularidad de las mismas como consecuencia del cambio climático, están teniendo gravísimos efectos sobre la agricultura y la ganadería de la región. Este año se prevé que se sembrará un 25 por ciento menos que el año pasado en hortalizas y forrajes, así como que los costos de mantenimiento del ganado se eleven.
Pero el problema es que desde hace ya casi tres años se vienen presentando lluvias por debajo de lo normal, afectando al volumen de agua embalsada en las presas, que perjudica a ganaderos y agricultores, sectores que van de la mano, ya que, al no haber buena siembra, el costo de producción para el mantenimiento de las reses se encarece.
En este sentido, Roberto Baca Perea, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) indicó que, para este año, se verá una disminución de la superficie de siembra por la falta del vital líquido, la misma que será de un 25 por ciento menos en maíz forrajero, chile y cebolla, que son los cultivos principales para el ciclo agrícola de este año 2021 en el distrito de Ciudad Jiménez.
En este sentido, indicó que el año 2020 se sembraron mil 500 hectáreas de Chile; 600, de cebolla y mil 500 de maíz forrajero; y para este ciclo se espera que sean mil 200 de chile, 300 menos; 400 de cebolla, 200 menos; y mil 200 de maíz forrajero, 300 menos; que dan un total de 800 hectáreas que se dejarán de utilizar. A ello le siguen otros cultivos en menor cantidad, como la avena forrajera, el sorgo y el melón.
Destacó que esto es debido a la sequía por la falta de las lluvias, donde las presas, pozos, norias y todos los mantos acuíferos son insuficientes para surtir de agua todas las hectáreas disponibles; aunque en su mayoría el riego en esta región es por bombeo, existen más cultivos como la nuez y la alfalfa, los cuales cuentan con 14 mil 500 y siete mil hectáreas, respectivamente, que son atendidas con agua rodada.
Por su parte, César Zubirán, de la región de Balleza, municipio que en el estado son de los que más producen ganado, mencionó que la sequía que ha venido presentando en los últimos tres años afecta demasiado la producción y mantenimiento del ganado, ya que al no llover el pasto de pradera no crece, lo que ocasiona que el ganado no tenga donde pastorear.
Destacó que tanto la agricultura va de la mano con la ganadería, ya que al no haber agua no hay buena siembra de forrajes, ya que en la región en su mayoría son potreros de pastizales, al no llover no brota el mismo y no hay semilla, lo que ocasiona que los animales no procreen, ya que los vientres dejan de producir.
Ante esto, el costo de mantenimiento se eleva, ya que hay que comprar los forrajes, acarrear el agua a los potreros, entonces el gasto de operación repercutirá en el costo del kilo de carne o en un litro de leche.
Informó que el hato ganadero se ha venido disminuyendo, donde los productores sólo se están quedando con las reses que puedan mantener, ya que las están vendiendo al mejor postor.
Con la falta de lluvias que ocasionan la sequía se está presentando un fenómeno en la venta de maquinaria agrícola, donde muchos, al no tener la capacidad de mantenimiento, están vendiendo su patrimonio.