Parral, Chih.- Disminuye la producción de miel en la zona sur ya que hacia el año 2019 el cien por ciento de las colmenas producían y hacia el 2020 hubo un detrimento del 40 por ciento. Esto, como consecuencia de la falta de lluvias y al desinterés por parte del gobierno, porque no existen programas federales, estatales ni municipales que ayuden a los apicultores.
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El apicultor Gonzalo Lugo declaró que, aunque la producción de miel ha seguido su curso, algo que también influye en la obtención de este producto es la disminución en las colmenas, ya que la sequía es un factor importante.
El entrevistado agregó que si no se tienen los cuidados necesarios es probable que haya bajas en la producción porque las abejas pueden morir debido a la sequía; aunque normalmente se perciben decesos de abejas.
Lugo comentó que, aparte de la falta de lluvias, un factor determinante es que por parte del Gobierno Federal, estatal y municipal no han implementado programas de apoyo en infraestructura, crecimiento o estímulos para esta actividad.
Cabe resaltar que si se tiene una sequía prolongada es necesario llevar suplementos alimenticios a las abejas, tanto de energía como de proteína, para su conservación y evitar que se mueran menos, pero en esta actividad comentó prácticamente se trabaja solos.
Gonzalo Lugo declaró que en su opinión debe existir un compromiso por parte de la autoridad hacia la apicultura, ya que es una actividad esencial para la ecología; incluso para la producción en otros ámbitos, como la fruticultura que depende en gran cantidad de la población de abejas para que haya buenas cosechas.
Por ejemplo, para la producción de manzanas en la región de Cuauhtémoc y Guerrero se rentan colmenas de abejas para la polinización, dándose entre particulares porque no hay ningún estímulo tanto para la fruticultura ni para el apicultor, con el fin de mantener las colmenas.
Agregó que hacia el año 1990 existían programas de alto impacto para este sector y que consistían en el control de la abeja africana, en donde se les apoyaba a los apicultores con alimentación para abejas, antibióticos, así como con insecticidas, pero se fue dejando de realizar.
Además, ha habido una competencia desleal por parte de sucedáneos que venden productos como miel, pero que en esencia no es sino jarabe de maíz y que lo venden a 80 pesos el medio litro, pero lo pintan y le ponen esencias frutales para tratar de engañar al consumidor, ya que el precio por litro de “la miel virgen” está entre 190 y 200 pesos.
Indicó que el consumidor para tener la certeza de que está comprando una miel pura, ésta se cuajara como si fuera tipo manteca; y aunque hay una gama muy amplia de colores que van desde el café oscuro hasta el amarillo claro, esto no la define como tal, sino que debe estar cristalizada ya que en la superficie se forma una capa que la distingue.
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