A más de dos años de la desaparición de los enfermeros de Jiménez en Parral, la Fiscalía General del Estado no ha podido establecer el móvil de la agresión, así como su paradero. El fiscal general dio a conocer lo mismo que ya había informado, la continuidad de las investigaciones y la preparación de más ordenes de aprehensión.
Hace poco menos de un mes, se cumplieron dos años de la desaparición en Parral de los enfermeros jimenenses, Sigrid Casandra Díaz Huerta, Oswaldo Galván Rodríguez, Mayra Guadalupe Mendoza Adame y su amiga Merari Muñoz Lozano.
Dos años en los que el caso solo ha tenido como constante la pregunta del millón de dólares, ¿dónde están?, pese a la detención de dos agentes municipales, por su presunta participación en el hecho, no se ha podido obtener la pista que ayude a dar con el paradero de los jóvenes trabajadores de la salud.
Este jueves, el fiscal general del Estado, Cesar Augusto Peniche Espejel, habló en torno al caso, desafortunadamente la declaración del funcionario no logró disipar un poco la neblina que mantiene sin esclarecer el caso que conmocionó a la región y la entidad.
El discurso es el mismo, se continúa con las investigaciones que permitan determinar el móvil de la agresión hacia los enfermeros, así como su paradero, puntualizando que ya se preparaban más órdenes de aprehensión en contra de otros implicados en el ilícito.
Sin embargo dicha versión oficial sigue siendo la misma desde febrero y marzo, cuando el fiscal general acudió a la reinauguración de las instalaciones de un medio de comunicación local y el informe del gobernador del Estado en la ciudad de Parral.
Asimismo no se ha precisado si las supuestas nuevas órdenes de aprehensión son en contra de más elementos de seguridad pública municipal de esta ciudad, o bien, personas directamente ligadas al crimen organizado.