La violencia contra la mujer en Chihuahua registra un aumento del 52 por ciento en promedio durante estos meses de pandemia a consecuencia del coronavirus; sin embargo, hay semanas que se ha disparado hasta un 222 por ciento, en comparación a la última semana de marzo.
La violencia contra la mujer en Chihuahua crece con el confinamiento que se ha decretado por las autoridades para contener la dispersión del virus SARS CoV2 que causa la enfermedad de Covid-19, que hasta la segunda semana de noviembre había cobrado la vida de 983 mujeres.
Emma Saldaña Lobera, directora del Instituto Chihuahuense de las Mujeres, afirmó que la violencia se ha agravado de manera severa, incluso en los refugios se ha llegado a tener bajo resguardo hasta a 10 familias, cuyas mujeres son víctimas de violencia extrema, incluso han tenido que sacar a más de dos del estado.
Señaló que el comportamiento ha sido variable, pero sin duda el incremento es alarmante, pues durante dos semanas baja la atención de usuarias en los 11 centros con los que se cuenta y de repente el repunte llega. Con el paso al color amarillo en el semáforo de riesgo epidemiológico la incidencia en casos de violencia disminuyó, en las últimas dos semanas fue muy bajo el reporte, sin embargo se prevé que se dispare con el regreso al color rojo y la restricción de la movilidad.
Emma Saldaña resaltó que el tema de la violencia hacia las mujeres es tan sutil que, en ocasiones, no alcanzan a dimensionar que están siendo violentadas o que ella están ejerciendo violencia contra las mujeres, por lo que la capacitación en temas de género se hace importante.
Ante lamentó que cada vez se tengan menos recursos para continuar con acciones de formación y combate a la violencia contra las mujeres.
Para ella, a México le falta mucha voluntad política y recursos para cumplir con los acuerdos internacionales, “Firman los acuerdos, pero en realidad no se cumplen, es una lastima porque todas las mujeres hemos sido víctimas de violencia en algún momento de nuestras vidas”. Dijo que en Chihuahua no ha faltado la voluntad política, sino recursos económicos y personal especializado para la atención.
Incluso resaltó que las mujeres víctimas de violencia llegan a cansarse y al defenderse son capaces de matar al agresor, casos que también deberían ser juzgados con perspectiva de género.
El panorama para el 2021 no pinta nada bien, Emma predice que será fatal, sobre todo con la reducción del presupuesto para atender la violencia, porque se recortó el tema de refugios, al momento no ha pensado como abordarán la situación, prefiere esperar a ver cuanto se les asignará, pero se augura que no será sencillo. La reducción de recursos también se traduce en violencia contra las mujeres.