Tras seis meses sin operar, artistas del circo salieron a las calles de la ciudad para ganarse el peso, Yancarlo Ayala, narró cómo tiene que hacer malabares en el crucero de la prepa Conalep para mandar algo de dinero a su familia en Michoacán.
El circo que se instaló desde marzo en las inmediaciones del Batallón alberga a 16 familias que se han visto afectadas al no poder dar funciones, o siquiera partir de aquí.
A plenas 12 del día en la avenida Niños Héroes, se ve a lo lejos el Chapulín Colorado haciendo malabares, esperando “los rojos del semáforo” para deleitar a su público.
Una de peso, otra de dos, una de cinco; son las monedas que recoge Yancarlo Ayala, un malabarista que meses previos a la pandemia se presentaba en el circo, sin embargo, hoy, tras dar su acto exprés en el semáforo tiene que recorrer auto por auto para recabar lo que la gente lo brinda.
El artista circense quien se dedica a esto desde que tiene uso de razón, hoy tiene 33 años y dos bocas que alimentar, sus hijas, a quienes no puede ver puesto que ellas están en Michoacán.
A pesar de que en el trabajo, le brindan apoyo en lo que se refiere a alimento y hospedaje, al menos 33 de sus compañeros también se encuentran en la misma situación.
Detalló que, sus dos hijas se encuentran estudiando, y ese es un motivo por el cual, el deben de salir a conseguir algo extra, el con malabares, unos disfrazados, otros vendiendo algodones de azúcar y manzanas acarameladas “el chiste es salir adelante”
Cabe señalar que, en diferentes colonias de la ciudad, se ve una camioneta con una bocina ofertando los productos citados donde los pequeños aprovechan para tomarse fotos con personajes que son caracterizados por artistas del circo.
Según lo dicho por Yancarlo de su lado, el saca al menos, 70 pesos diarios, que aunque no es una cantidad de dinero significativa, “peor es nada”, dijo.