Bebidas alcohólicas de entre 10 y 30 pesos el litro se encuentran al alcance de jóvenes, quienes con éstas preparan las llamadas “aguas locas”, una moda de mezclar alcohol barato con agua azucarada de color que representa un verdadero riesgo para la salud y que es difundido a través de distintas páginas de internet.

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El riesgo de consumir estas bebidas radica en que violan diversas normas y leyes al incumplir en su etiquetado con el derecho a la información del consumidor.

Lo más peligroso es que entre sus componentes incluyen sustancias como tintes de cabello tono castaño claro -que les dan un tono miel-, y metanol, un alcohol no apto para beberse y que se usa para propósitos industriales y automotrices.

Las llamadas “aguas locas” que se preparan con estos productos generan gastritis, vómito, pérdida del estado de conciencia y problemas respiratorios, entre otros padecimientos inmediatos o de largo aliento.

Sin embargo, las “aguas locas” son lo máximo en internet, pues a la fecha diversos videos las promocionan como una buena idea y la mejor opción para beber sin gastar demasiado, lo que para adolescentes y jóvenes resulta altamente atractivo.

Luego de la cerveza y el whisky, los destilados de caña -autodenominados “destilado de agave”, “a base de agave” o “licor de agave”-, son las bebidas alcohólicas más consumidas por millones de mexicanos.

Marcas como Tonayán o Rancho Escondido se mantienen como las predilectas de los consumidores, según un estudio realizado por la firma Nielsen, especialista en investigación de mercados, y dado a conocer en 2014.

El Mezcalito, El Mecatito, Rancho Escondido, Enigma, El Relicario, Mujeriego, Tonayán, El Jefe, El Compadre, Don Juan, entre muchos otros se pueden adquirir en tiendas grandes, licorerías, vinaterías y hasta en comercios populares, a precios sumamente accesibles.