Tras la pandemia del Covid-19 el asentamiento indígena de San Andrés ha resentido la visita de familiares procedentes de la región serrana; sin embargo, están sin sobresaltos y viviéndola de manera normal, añadiendo que están enterados de la situación y que los apoyos ante el contexto no siempre llegan.
La anterior fue la opinión de cinco vecinos del asentamiento, al ser entrevistados, concordando que la situación que se está presentando ante la contingencia la llevan de una manera cotidiana; empero, a veces batallan por la falta de empleo.
Regina Rubí Cruz dijo que, ante la contingencia saben que están en semáforo naranja, además la ayuda a veces llega, pero ya tienen como un mes que no hay. Aseguró que no han tenido la visita de familiares que viven en la región serrana.
Miguel Cruz expresó que en el asentamiento están viviendo igual como siempre; todo es normal, sabe que está en semáforo naranja porque ha escuchado, pero no sabe qué es eso; él trabaja como ladrillero, pero a veces sí y otras no, además que sus familiares que venían a visitarlos, tienen tiempo que no acuden “por acá por esto del Covid-19”, la ayuda es poca y muy retirada.
Claudia Vega Espinoza mencionó que esto de la pandemia lo están viviendo de una manera normal, aún y que a veces no hay trabajo; pero que todo está bien, agregando que la ayuda ante la situación ha sido únicamente al inicio, pero que ya no han recibido. Asimismo, dijo que su familia no ha podido venir de la sierra, aún y que ya está el semáforo en naranja.
María Beatriz Bustillos Jiménez, mencionó que la situación de la contingencia la están viviendo de una manera normal, sin sobresaltos gracias a Dios, pero que hace falta en ocasiones el trabajo, ya que la ayuda es muy escasa, hace bastante tiempo que no llega, agregando que ella no ha visto personas de otros lugares a visitar a sus familiares en el asentamiento y espera que ya pronto se acabe esto.
Odilia Peña Chávez dio a conocer que está batallando ante la situación del covid-19, ya que la falta de trabajo en la ladrillera, donde labora su esposo, es frecuente, no hay ayuda, antes si les traían; y ante lo que acontece sus familiares, no han podido venir de la sierra, a pesar de que hay más movimiento con el semáforo naranja.