Parral, Chih.- Maribel García Nava dice que las clases a distancia, combinadas con el home office o trabajo en casa, le han permitido disfrutar enormemente a su hija Giselle Natalia, destacando que hasta en las peores situaciones puede sacarse algo positivo.
La menor de 5 años estudia en el kínder Ebdi 86, y en el siguiente ciclo entrará a la escuela Rotaria Federal 2. Aunque todavía se desconoce si continuará la misma modalidad, Maribel prefiere que siga la enseñanza en línea, ya que en lo personal le ha acarreado varios beneficios.
Refirió que al ser madre soltera, la nueva normalidad le cayó como anillo al dedo, considerando que ella sola se tiene que hacerse cargo de la niña, y una de las responsabilidades que anteriormente tenía de lunes a viernes era llevarla a su escuela que cuenta con guardería, donde la recogía al salir de su trabajo.
Sin embargo, a la fecha no se separan en ningún momento, pues la empresa para la que trabaja ha adaptado el home office teniendo la oportunidad de administrarse para cumplir en lo laboral, es así que durante las mañanas se dedican a realizar las tareas de Giselle, por las tardes persiste la convivencia madre e hija, y en las noches atiende sus responsabilidades como empleada.
“No se me ha hecho pesado; además, he sido más consciente de la labor de los profesores”, dijo, agregando que una de las cuestiones más rescatables de esta contingencia derivada del Covid es el tiempo que aprovechan juntas.
Destacó que está consciente de lo grave de la situación, y que no es que desee que persista, pero que ha sabido aprovechar esta “oportunidad” que le ha enseñado a valorar las cosas que realmente son importantes en la vida.
“Habrá quien reniegue de la situación, que desee que todo vuelva a ser como antes, y tendrá que llegarse el día que suceda; mientras tanto, debemos aprender a sacarle el lado positivo inclusive a situaciones como esta”, manifestó Maribel.
Cabe mencionar que cada domingo o lunes, la maestra de Giselle les hace llegar el trabajo de la semana, lo que incluye activación física, es por ello que la sala de su casa se ha convertido en una área deportiva, lo que coadyuva en el desarrollo psicomotriz de la chiquilla.