De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), durante el año 2020, un total de 422 mexicanos perdieron la vida al intentar cruzar de manera ilegal la frontera hacia Estados Unidos.
A pesar del confinamiento por la pandemia de Covid-19, la cifra es la más alta registrada desde el año 2006, cuando 442 connacionales perdieron la vida al intentar alcanzar el llamado “sueño americano”.
Además, casi duplica la cifra registrada en 2018, cuando 272 mexicanos murieron en la frontera norte. Los datos de la SRE destacan que de los fallecidos el año pasado, 216 cuerpos recuperados por las autoridades de ambos lados, no han sido identificados.
Según la SRE, la ruta del desierto y el Río Bravo son las más peligrosas para los migrantes que llegan hasta la frontera norte. De los 422 mexicanos fallecidos el año pasado, 248 perecieron en el desierto de Arizona, donde las extremas condiciones climáticas complican el rescate de los migrantes, quienes suelen morir por deshidratación, durante el día, o hipotermia en las noches.
La frontera con Texas es el segundo cruce con más mexicanos fallecidos, 141, mientras que por tercer año consecutivo la región con Nuevo México no registró connacionales muertos en el intento de cruzar.
Las cifras de Cancillería revelan un incremento en los fallecimientos de migrantes de 18 y 25 años, durante el 2020, la cifra alcanzó los 78.
Las causas del repunte de connacionales fallecidos en la frontera norte, que analiza la Cancillería, se refiere por una parte al incremento de la vigilancia por parte de las autoridades de EU, que obligan a los migrantes a buscar rutas cada vez más alejadas para cruzar; pero también el cambio de gobierno en la Casa Blanca, que con la llegada del demócrata, el 20 de enero del 2020, alentó la migración tanto de mexicanos como centroamericanos a la Unión Americana.