/ sábado 29 de octubre de 2022

Gustavo Dudamel ofreció una gran fiesta cervantina en el Auditorio Nacional

Los asistentes pudieron disfrutar de las melodías dignas de la 50 edición del Festival Internacional Cervantino

Como era de esperarse, la presentación del director venezolano Gustavo Dudamel, en compañía de la Orquesta Filarmónica de los Ángeles, la noche del pasado viernes 28 de octubre, fue una excelente muestra de virtuosismo musical y grandes momentos emotivos: toda una fiesta, digna de la 50 edición del Festival Internacional Cervantino.

Una hora antes de que comenzara el concierto, la sala ya estaba casi llena y expectante a que Dudamel saliera. A las 8:30 bajaron las luces y el estruendo de palmas lo recibió cuando, con esa sonrisa tan característica, tomó su lugar en el podio.

Puedes leer también: “Somos cultura”, Diego Herrera reivindica a Caifanes como referente mexicano

El recital comenzó con la pieza, Kauyumari, la cual fue comisionada por la Filarmónica de los Ángeles quien dio el encargo a la compositora mexicana Gabriela Ortiz de crear una canción que “reflexionara sobre nuestro regreso a los escenarios tras la pandemia”.

Ella pensó, inmediatamente en el “Ciervo Azul” huichol ―que es lo que significa el nombre de la pieza― el cual es un guía espiritual que se transforma en peyote después de un largo camino astral.

Foto: Daniel Hidalgo | El Sol de México

Él les permite a los huicholes ponerse en contacto con sus antepasados, para asumir su lugar como protectores de la naturaleza. Con este concepto detrás, tanto la orquesta como Dudamel, comunicaron ese mensaje sin cosmico.

Luego fue el turno del Fandango, pieza para orquesta y violín escrita por el igual mexicano Arturo Márquez, famoso en el mundo por su Danzón 2. Y, aunque como danza, el “fandango” es de origen español, este ha dejado una diáspora muy diversa en América Latina, especialmente en México.

Foto: Daniel Hidalgo | El Sol de México

La ejecución del violín estuvo a cargo de la violinista norteamericana Anne Akiko Meyers, quien entabló una conversación musical ―soberbia y bella, como lo es el origen flamenco del fandango― con la orquesta, que en cada uno de los movimientos de esta particular composición tocaron homenajes a la música mexicana: huapango, mariachi y fandanguito huasteco.

Anne Akiko Meyers, violinista norteamericana. Foto: Daniel Hidalgo | El Sol de México

Tras concluir esta pieza, Dudamel llamó la atención de todos los presentes cuando éste levantó los brazos hacia el público y señaló hacia uno de los asientos: era el maestro Arturo Márquez, el cual fue invitado a pasar al escenario para recibir los aplausos.

Tras este emotivo momento, se interpretó íntegra La Sinfonía No. 1, del compositor austriaco, Gustav Mahler. La emoción le era muy notoria en el director, quien de pronto, en su mover esas cuerdas invisibles que dan armonía a la orquesta, hasta brincaba sobre el podio. Y es que esta pieza fue la primera que Dudamel dirigió cuando apenas tenía 16 años.

Al finalizar esa cordillera de estruendos con que concluye el último movimiento de la sinfonía. Toda la sala se puso de pie y aplaudió por más de 5 minutos; mientras el director se dio el placer de presentar a cada sección instrumental de la orquesta. Y aunque las peticiones de que el venezolano interpretara algo más no fueron cumplidas, la velada fue bastante celebrada según los murmullos de butacas y pasillos.

Como era de esperarse, la presentación del director venezolano Gustavo Dudamel, en compañía de la Orquesta Filarmónica de los Ángeles, la noche del pasado viernes 28 de octubre, fue una excelente muestra de virtuosismo musical y grandes momentos emotivos: toda una fiesta, digna de la 50 edición del Festival Internacional Cervantino.

Una hora antes de que comenzara el concierto, la sala ya estaba casi llena y expectante a que Dudamel saliera. A las 8:30 bajaron las luces y el estruendo de palmas lo recibió cuando, con esa sonrisa tan característica, tomó su lugar en el podio.

Puedes leer también: “Somos cultura”, Diego Herrera reivindica a Caifanes como referente mexicano

El recital comenzó con la pieza, Kauyumari, la cual fue comisionada por la Filarmónica de los Ángeles quien dio el encargo a la compositora mexicana Gabriela Ortiz de crear una canción que “reflexionara sobre nuestro regreso a los escenarios tras la pandemia”.

Ella pensó, inmediatamente en el “Ciervo Azul” huichol ―que es lo que significa el nombre de la pieza― el cual es un guía espiritual que se transforma en peyote después de un largo camino astral.

Foto: Daniel Hidalgo | El Sol de México

Él les permite a los huicholes ponerse en contacto con sus antepasados, para asumir su lugar como protectores de la naturaleza. Con este concepto detrás, tanto la orquesta como Dudamel, comunicaron ese mensaje sin cosmico.

Luego fue el turno del Fandango, pieza para orquesta y violín escrita por el igual mexicano Arturo Márquez, famoso en el mundo por su Danzón 2. Y, aunque como danza, el “fandango” es de origen español, este ha dejado una diáspora muy diversa en América Latina, especialmente en México.

Foto: Daniel Hidalgo | El Sol de México

La ejecución del violín estuvo a cargo de la violinista norteamericana Anne Akiko Meyers, quien entabló una conversación musical ―soberbia y bella, como lo es el origen flamenco del fandango― con la orquesta, que en cada uno de los movimientos de esta particular composición tocaron homenajes a la música mexicana: huapango, mariachi y fandanguito huasteco.

Anne Akiko Meyers, violinista norteamericana. Foto: Daniel Hidalgo | El Sol de México

Tras concluir esta pieza, Dudamel llamó la atención de todos los presentes cuando éste levantó los brazos hacia el público y señaló hacia uno de los asientos: era el maestro Arturo Márquez, el cual fue invitado a pasar al escenario para recibir los aplausos.

Tras este emotivo momento, se interpretó íntegra La Sinfonía No. 1, del compositor austriaco, Gustav Mahler. La emoción le era muy notoria en el director, quien de pronto, en su mover esas cuerdas invisibles que dan armonía a la orquesta, hasta brincaba sobre el podio. Y es que esta pieza fue la primera que Dudamel dirigió cuando apenas tenía 16 años.

Al finalizar esa cordillera de estruendos con que concluye el último movimiento de la sinfonía. Toda la sala se puso de pie y aplaudió por más de 5 minutos; mientras el director se dio el placer de presentar a cada sección instrumental de la orquesta. Y aunque las peticiones de que el venezolano interpretara algo más no fueron cumplidas, la velada fue bastante celebrada según los murmullos de butacas y pasillos.

Juárez

Reportan cádaver en caja de pickup en brecha rumbo a Casas Grandes; tenía heridas de bala

El cuerpo estaba en la parte de la caja de una camioneta de reciente modelo; no se ha confirmado la identidad de la persona

Chihuahua

“Juntos por la Sierra Tarahumara” beneficia a 190 mil personas

Acerca Gobierno del Estado, apoyos en salud, alimentación y educación a la Sierra con un enfoque interinstitucional

Chihuahua

Roban más de 22 mil pesos en equipo de cómputo a sucursal bancaria

Fue hasta el cambio de turno cuando los guardias de seguridad se percataron de que había objetos faltantes

Parral

Se reunirán taxistas con autoridades estatales para abordarán tarifas y reubicación

Según el representante, actualmente se requieren actualizaciones en la tarifa que se aplica a los demandantes del servicio de taxis

Parral

Empresa minera realizará jornada reclutamiento mañana en el SEE

Este lunes 25 de noviembre estarán recibiendo solicitudes de hombres de 25 a 50 años para cubrir 16 vacantes

Doble Vía

¡Prepara las vacaciones! ¿Dónde y cuándo puedes ver las mejores auroras boreales en el mundo?

Tener la oportunidad de apreciar auroras boreales es una experiencia visual que todos debemos experimentar alguna vez