Una de las mayores organizaciones patronales de México calificó de desafortunada la postergación de tres licitaciones petroleras previstas para este año hasta febrero próximo, poco después de que Andrés Manuel López Obrador asuma como presidente.
El líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, dijo a Reuters que pese a que no ha trascendido si la decisión del regulador petrolero el miércoles de diferir las subastas tuvo alguna razón política, envía una señal que "no es buena".
"Nos parece infortunado que criterios políticos, de oportunidad, impliquen una interrupción en el ritmo de las decisiones en el sector energético", dijo el empresario que preside la patronal que agrupa a más de 36,000 compañías.
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Durante la campaña electoral, López Obrador fustigó la reforma energética del 2013-2014, que abrió las puertas de un sector antes reservado al Estado, pero hacia el final solo dijo que revisaría más de un centenar de contratos a fin de detectar si estuvieron bien otorgados.
Y aunque varios de sus cercanos asesores han dicho que el plan no es echar abajo la reforma, aún no han dejado claro cómo van a reactivar la alicaída producción de crudo y gas, aunque sí la producción de combustibles para reducir sus importaciones.
"Sería una gran señal (...) de parte del futuro presidente electo de su disposición para mantener el sentido pero además el ritmo de la apertura", dijo de Hoyos. "Las paradas inesperadas en ciertas industrias tienen un daño per se. Aunque no haya cambio de sentido".
López Obrador había asegurado que al ganar los comicios inmediatamente iría a pedir al presidente Enrique Peña Nieto que detuviera las licitaciones petroleras planeadas. Pero no se ha sabido si lo hizo en el encuentro que tuvieron a inicios de mes.
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Y aunque varios funcionarios dijeron que las licitaciones seguirían ganara quien ganara, el regulador petrolero decidió en la víspera que se postergaran hasta el 14 de febrero para dar más tiempo a los inversores.
El 27 de septiembre se iban a realizar dos subastas de 46 contratos para campos en tierra y el 31 de octubre se realizaría otra para buscar socios para la estatal petrolera Pemex para la exploración y explotación en otras siete áreas terrestres.
Concentración de poder
Coparmex, dijo De Hoyos, tiene "gran coincidencia" con varias propuestas del futuro gobierno en temas como adelgazar la administración pública, eliminar excesos de la alta burocracia, reorganización en temas de seguridad pública y el plan de crear un consejo fiscal independiente, entre otros.
Pero criticó el plan de López Obrador de colocar a 32 personas de su confianza y partido para manejar recursos y programas en cada uno de los estados del país, en reemplazo de las decenas de delegaciones que enlazan al gobierno central con los estatales, por considerar que representa una suerte de poder paralelo al gobernador electo.
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"Son representantes del presidente designados sin ningún contrapeso", dijo. "Significa una mayor intromisión (...) un mayor centralismo, implica un ejercicio vertical del poder federal que podría ser avasallante de la autoridad estatal".
También cuestionó un plan de mover las secretarías (ministerios) desde sus actuales sedes en Ciudad de México a otras partes del país argumentando que será un proceso complejo y que generará complicaciones para los trámites de las empresas.
El empresario espera que en el futuro mandato de López Obrador -cuyo partido tendrá mayoría en las dos cámaras del Congreso y en 19 legislaciones estatales- "se preserve" la vocación democrática, se respete el federalismo, se fortalezcan las autonomías de instituciones como el banco central y de reguladores.
"El es el fundador del partido, es el líder ideológico del partido y es el candidato triunfante (...) por lo tanto la verticalidad con la cual puede ejercer sus decisiones, sus convicciones, es inusitada", dijo. "Hay una gran concentración del poder legítimo".
