Tras la aprobación de la Reforma Fiscal en Estados Unidos, que reducirá la carga impositiva para las empresas en la Unión Americana al 21%, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dio a conocer que ya está en conversaciones con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a fin de analizar las mejores alternativas frente a la competencia que implicará el nuevo diseño tributario del vecino del norte.
En ese contexto, el CCE consideró la necesidad de dividir las medidas fiscales en distintos ejes, entre ellos emprender acciones que fomenten el empleo a través de la inversión con énfasis en pequeñas y medianas empresas, que promuevan la reinversión de utilidades; la disminución paulatina del Impuesto Sobre la Renta con balance fiscal, así como incentivos direccionados a cadenas de valor hacia la exportación, entre otros aspectos.
Igualmente, la agrupación indicó que es momento de discutir una nueva reforma fiscal incluyente y promotora de la generación de valor añadido a través del esfuerzo de las personas y mayor participación en la contribución fiscal, analizando impuestos al consumo e impuestos regionales, de acuerdo a las mejores prácticas internacionales.
Al fijar su posición ante la reforma fiscal de EU, el CCE y sus organizaciones afiliadas destacaron la necesidad de evaluar el establecimiento de una política de promoción al crecimiento y la reinversión de las empresas basado en dos principios: “No romper el equilibrio fiscal del gobierno ni caer en el aumento de la deuda, sino en una mayor eficiencia en el gasto corriente; y alentar la reinversión de utilidades, la generación de empleos y la promoción a la inversión productiva del país”.