El idioma que hablamos es resultado de la historia y la cultura. Enriquecido por todos los elementos de la vida cotidiana, el arte, la ciencia, la tecnología, la economía, etc., en el idioma queda huella de todo lo que es común a sus hablantes. De esta manera, algunas expresiones del habla popular pueden tener orígenes desconocidos, porque aunque el elemento cultural que le dio origen ya no existe, la expresión sigue siendo utilizada por la gente. Tal es el caso de la expresión “ya me cayó el 20”, cuyo significado parece tener poco que ver con las palabras que la conforman.
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“Caer el 20” significa darse cuenta de algo, por ejemplo, si no entendíamos algo que nos estaban diciendo o qué estaba pasando podemos decir “no me caía el 20”. O cuando no sabemos si alguien ya comprendió algo se puede decir “¿ya te cayó el 20?”, también puede sustituir a frases como “captar la idea”, “darse cuenta”, o alcanzar la comprensión, como por ejemplo al madurar y cambiar una conducta, alguién puede decir, por ejemplo, “ya me cayó el 20, por eso dejé la bebida”.
Éstas añaden color y variedad al lenguaje, y su uso adecuado puede ayudar a los hablantes a comunicarse de manera más. Sin embargo, para los aprendices de un idioma extranjero, puede ser todo un desafío comprender y utilizar correctamente estas expresiones en conversaciones cotidianas.
Y es que la frase originalmente alude a elementos que ya no forman parte de la vida cotidiana de la mayoría de los mexicanos: Las monedas de 20 centavos y los teléfonos públicos de monedas. Se decía que “ya cayó el 20” cuando la moneda caía desde la ranura donde la insertabas y podías empezar a hablar por teléfono, ya que antaño, los teléfonos públicos usaban solamente monedas de esa denominación.
El hecho de que sea una frase tan usada, pero la mayoría desconozcamos su origen, tiene que ver con que las condiciones sociales y culturales cambian más rápido que el lenguaje. De esta manera, aunque todavía existen monedas de 20 centavos, son muy poco usadas y tienen muy poco valor. En comparación con la moneda de 20 centavos que se usaba antes de la década de los 80s.
Esta moneda fue muy usada en nuestro país por muchos años, a mediados del siglo XX, por lo que tuvo un gran impacto en la cultura popular, y es probable que de ella venga la expresión usada al lanzar un volado “águila o sol”, ya que la moneda tenía en la parte de atrás al escudo mexicano con su conocida águila, y al frente la Pirámide del Sol de Teotihuacán, y un gorro frigio que resplandece como el astro rey.
¿Por qué hablamos así?
La expresión “caer el 20” es lo que se llama una expresión idiomática, es decir un conjunto de palabras que tienen un significado figurado que va más allá de su interpretación literal. Estas expresiones suelen ser utilizadas por hablantes nativos de un idioma en situaciones informales y se transmiten de generación en generación.
Las expresiones idiomáticas pueden resultar desconcertantes o difíciles de entender para aquellos que no están familiarizados con ellas, y son muy difíciles de traducir, por en español decimos “estirar la pata” (morir) y en inglés dicen “patear el balde”, "kick the bucket". En español decimos “pan comido” (algo muy fácil de hacer) y en inglés dicen “rebanada de pastel”, “piece o cake”.
Éstas añaden color y variedad al lenguaje, y su uso adecuado puede ayudar a los hablantes a comunicarse de manera más efectiva y expresiva. Sin embargo, para los aprendices de un idioma extranjero, puede ser todo un desafío comprender y utilizar correctamente estas expresiones en conversaciones cotidianas.
Las frases como “caer el 20” o “estirar la pata”, son sólo algunas de las muchas expresiones idiomáticas que se utilizan. Son una parte esencial de la comunicación cotidiana y añaden riqueza y color a la lengua, permitiendo a los hablantes transmitir significados más allá de las palabras literales.
Publicado originalmente por El Heraldo de Chihuahua