Nuestras mascotas son tan inteligentes que a veces pareciera que sólo les falta aprender a hablar para actuar como nosotros; sin embargo, este lomito fue más allá y aprendió a decir "mamá" antes que un bebé humano, con tal de conseguir un poco de comida.
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El video compartido a través de Facebook muestra lo que debería ser el "gran momento" de Samuel, el bebé protagonista que intenta decir sus primeras palabras; no obstante, el pequeñín pasó a segundo plano cuando "Paches", el perrito de la familia, haría algo realmente increíble para llamar la atención de sus dueños.
Sucede que la mamá del pequeño lo estaba alimentando con ayuda de una cuchara, mientras repetía la palabra "mamá", en un intento para que el bebito se animara a decir sus primeras palabras.
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El que aprendió a hablar fue el perro
Para sorpresa de todos, el perro fue el primero en decir "mamá", mientras rogaba por un poco de comida. La situación causó gracia a toda la familia menos al bebé, quien, sintiendo envidia del "peludito" le empieza a tirar de manotazos.
El clip se volvió tan famoso en la plataforma de Youtube, que a la fecha acumula casi un millón de vistas y más de siete mil "Me gusta".
Cabe señalar que este no es el único caso en que una mascota intenta hablar como un ser humano, ya que se han visto perros y gatos diciendo "palabras" e incluso frases completas, en un intento de imitar nuestras voces. Un ejemplo famoso es un perro Husky, capaz de pronunciar frases en inglés como "I love you".
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¿Porqué los perros aprenden a hablar como personas?
En realidad, aunque los animalitos no sean capaces de mantener una conversación, la ciencia ha confirmado que sí son capaces de entender algunas partes del habla humana de forma similar a una persona.
Según un estudio publicado en la revista Current Biology, cada hemisferio cerebral de un perro está especializado para comprender distintos aspectos de la comunicación, ya sean frases o gestos. De modo que entienden palabras y frases simples más allá de su nombre.
De igual manera, Stanley Coren, investigador canino de la Universidad de British Columbia compara la inteligencia canina con la de los humanos y concluye que equivale a la que tiene un niño de dos años de edad.