En un México de antaño, donde los adelantos en materia de comunicaciones y transportes eran rudimentarios en el territorio de nuestro país, los viajes, que por aquél entonces debían realizarse en carretas o montando a caballo eran muy tardados, por ejemplo, un simple viaje desde Parral hasta la Ciudad de México podía tomar varios meses, por lo que nació la necesidad de brindar un servicio donde los viajantes pudieran descansar y recargar energías, sí, nos referimos a los hoteles.
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Emprender viajes no era tarea sencilla, ante la dificultad de encontrar alimento y agua para las bestias, además del peligro de ser asaltado en el camino y ser despojado de los pocos o muchos bienes con los que se viajaba ya que, ante la falta de fondas o mesones dónde poder comer y dormir, el peligro era latente.
Por estos motivos los viajeros debían, además de planear muy bien sus rutas, aprovisionarse con alimentos y en el transcurso de su camino se veían obligados a levantar campamentos dónde pasar la noche para descansar y comer.
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¿Cómo eran los hoteles antiguos de Parral?
De la época colonial y la primera mitad del siglo XIX, en el Archivo Histórico de Parral cuenta con muy poca información sobre establecimientos para hospedar viajeros, proporcionarles alimentos o dar servicio a los animales de carga.
Al implementarse los negocios de hospedaje en México, durante la segunda mitad del siglo XIX, las autoridades del momento impusieron a los establecimientos de hospedaje la obligación de informar de manera diaria sobre las llegadas y salidas de los usuarios de sus establecimientos.
La medida continuó, con algunas modificaciones hasta el inicio de la Revolución, por lo que la información que actualmente conocemos es gracias a esos informes, por ejemplo los mesones se congregaban mayormente cerca de la ruta de entrada del Camino Real: Mesón de Jesús (cuyo edificio aún subsiste en la calle 2 de abril); el Mesón de la Soledad; Mesón de San Pedro; Mesón del Refugio; Mesón del Rayo; del que se informa que el ejército francés le ocasionó daños importantes; y el Mesón de San Francisco, regenteado por Melesio Loya, localizado en la antigua callejuela de San Francisco, hoy 15 de mayo.
Actualmente, esta edificación permanece, aunque en estado muy deteriorado. Desde la segunda mitad del siglo XIX, con la llegada de las diligencias, cuya central se localizaba en la Casa Erquicia (en lo que hoy es la esquina de las calles 20 de Noviembre y Colegio, en el sitio donde se encuentra la institución Banorte), los establecimientos de hospedaje empezaron a concentrarse en el centro de Parral. Esta tendencia se hizo casi definitiva con la llegada del ferrocarril en 1898.
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¿Cómo se llamaban los hoteles más famosos de Parral en el siglo XIX?
Buscando clientes con mayor poder adquisitivo, se establecieron sobre la calle Mercaderes: la Casa Fuentes, propiedad de Wenceslao Fuentes; el Hotel Hidalgo, de los hermanos Francisco, Pablo y Rodolfo Alvarado Griensen; y el Hotel Cosmopolitan, cuyo inmueble era propiedad de Pedro Alvarado.
La Casa Fuentes, posiblemente, es la primera edificación fabricada expresamente para hotel y que permanece en funcionamiento actualmente, con una ligera variación en el nombre: Hotel Fuentes. A diferencia de los mesones, los hoteles edificados en el siglo XX contaban con más y mejores servicios, como baños con agua caliente entre otros; y la mayoría de sus huéspedes llegaban por diligencia o por tren. También los servicios de comidas se refinaron ampliamente. De fondas cercanas a los mesones se pasó a restaurantes bien equipados y con comida de corte internacional. El Hotel Cosmopolitan incluso contrató los servicios de un cocinero francés.
Mientras que en el área de la Plaza Principal se establecieron algunos hoteles: Gran Hotel Francés, en la Plaza Hidalgo; Hotel París, propiedad de Carmen Torres, en la esquina de las calles Coronado y Ojinaga, que contaba con un afamado restaurante.
También el Hotel Juárez; Hotel del Colegio y Hotel Gran Central en la calle Colegio; este último administrado por Ernesto Leyh y John F. Hansen y con domicilio en Colegio 17.
A principios del siglo XX, se sabe de la existencia del Hotel del Comercio y del Hotel Progreso. En la década de 1920, sobre la avenida del Centenario, esquina con la calle Colón, se levantó el Hotel Sonora, este edificio funcionó como hotel seguramente hasta principios de 1930, al agudizarse los efectos de la crisis financiera de 1929. La finca se destinó, hasta la actualidad, como casa habitación y hoy en día ha vuelto a funcionar como hotel, denominado "Hotel Casa del General".
Se sabe de otro un negocio de hospedaje, nombrado Hotel Reynera, se localizaba localizado en la calle Capitán Blanco número 2, que según propaganda de aquella época decía tener las mejores instalaciones de Parral.
Posteriormente fueron edificados los hoteles Camino Real, Acosta, Turista, Burciaga, Adriana, Chihuahua, entre otros.
Como puedes ver Parral tiene una amplia trayectoria en el servicio a viajeros, estos servicios fueron evolucionando de ser simples mesones a hoteles con servicios especializado enfocado en la comodidad y brindar una placentera experiencia, mientras que las denominadas fondas, mejoraron hasta convertirse en lo que hoy conocemos como restaurantes.
Fuente: Páginas 1, 2, 3 y 4 del Boletín 70 del Archivo Histórico Municipal de Parral, emitido el mes de diciembre de 2015, de la autoría de Roberto Baca Ornelas.