¿Conoces Valle de Allende? Se trata de un pintoresco lugar considerado como una de las poblaciones más antiguas en el estado de Chihuahua, incluso es probable que su fundación sea anterior a la de Santa Bárbara, además de resaltar por sus enormes nogales, productos típicos y sus casas con un toque colonial, ¿lo quieres visitar?
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Es a tan sólo 35 minutos de Parral, aproximadamente, donde se localiza este bello municipio de la región sur, el cual representa una escapada idónea para todos aquellos amantes de los "picnic", así como de quienes busquen de "andar puebleando" entre plazas y callejones.
Además, Valle de Allende posee una riqueza histórica tal, que no puedes dejar de visitar si viajas por primera vez al estado de Chihuahua y si tienes la fortuna de haber nacido en Parral o en la región sur del estado de Chihuahua, no puedes perderte de una visita a este lugar lleno de cultura y diversidad, por lo que a continuación te contamos sobre algunos sitios imperdibles de Valle de Allende.
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¿En dónde queda Valle de Allende?
Valle de Allende es una población de Chihuahua situada al sur del estado y cabecera del municipio de Allende, colinda al norte con los municipios de San Francisco de Conchos, Valle de Zaragoza y Camargo; al sur, con Matamoros y Coronado; al este, con los municipios de Jiménez y López, y al oeste, con Hidalgo del Parral.
El municipio de Allende tiene una superficie de dos mil 471.3 kilómetros cuadrados, los cuales representan el 1% de la superficie total del estado, mientras que su altitud sobre el nivel del mar es de mil 552 metros.
Su superficie está formada por mesetas, a excepción de la parte septentrional que tiene lomas bajas. Las serranías principales son las de Almoloya, en la parte media, y las del Carmen y Santa Rosalía, en la parte sur. Sus ríos Primero y Concepción, proceden del municipio de Matamoros; los ríos Valle y Parral que atraviesan su territorio, nacen en la sierra de Santa Bárbara, desembocan en el río Florido y éste, a su vez, en el río Conchos. La corriente del Conchos se vierte en el Bravo, el cual desemboca en el Golfo.
El viernes 9 de marzo de 2001, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que la ciudad de Valle de Allende, municipio del mismo nombre, estado de Chihuahua, es declarada zona de monumentos históricos.
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¿Qué es lo mejor para visitar en Valle de Allende?
Huertas nogaleras
Algo que vuelve único a Valle de Allende es que está rodeado de abundantes nogales. Una serie de caminos de terracería en la orilla del pueblo que colinda con el río, conducen a las viejas huertas. Uno de ellos es el callejón de las Lilas, que lleva a la huerta de los Castaños, que conserva algunos árboles de Castilla, únicos en todo el estado, descendientes de aquellos que trajeron los españoles; también está el paseo de Jamaica, que lleva hasta una gran huerta en donde se realizaban muchas de las fiestas, bailes y banquetes del lugar.
La huerta de los Nogales Antiguos, albergaba hasta hace poco tres de los más viejos nogales del mundo: el nogal Rajado, el nogal del Músico y el nogal Colorado; dicen los que saben que éstos árboles tenían más de 200 años de antigüedad. La huerta de Nogal del Mancomún, a la que es posible acceder por medio del callejón de las Siete Vueltas.
Templo de la Virgen del Rosario
Uno de los atractivos de Valle de Allende es el Templo de la Virgen del Rosario. Esta edificación logró concluirse a finales del siglo XVIII, en su interior, se encuentra un espectacular retablo de cantera rosa, construido entre 1886 y 1888. Posee pinturas, figuras a lo largo de la iglesia, y en la actualidad tiene función de museo, en el que también es posible apreciar objetos del siglo XVIII.
Entre los objetos más sobresalientes, son dignos de mención una custodia de plata de 1732, un copón de plata hecho a mano y troquelado del siglo XVIII, así como un rosario engarzado en oro del Niño Jesús del siglo XIX, un crucifijo de marfil y una imagen del arcángel San Miguel tallada en madera.
Meteorito de Allende
Además de ser un recinto lleno de historia colonial, Valle de Allende fue protagonista de un fenómeno nunca antes visto en la región, la madrugada del 8 de febrero de 1969 en el poblado de Allende, Chihuahua, cayó el que se ha convertido en el objeto espacial más estudiado de la historia, al que se denominó meteorito Allende, cuyo origen se remite a la formación del sistema solar.
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Científicos y compradores, especialmente extranjeros vinieron en busca de estos materiales, se calcula que la masa debió pesar entre cuatro y siete toneladas al entrar a la atmósfera, las características físico-químicas que contiene, hacen del Meteorito de Allende una roca especial y totalmente distinta a todas los demás que han caído en la faz de la tierra.
Los Seremos, tradición única el 01 de noviembre
Practicada desde hace alrededor de 300 años, Los Seremos es una costumbre dedicada a venerar a los Angelitos el día de Todos los Santos, la noche del 01 de noviembre de cada año. En ella, los participantes solían llevar velas encendidas y un pequeño catafalco (féretro) que colocaban a la entrada de una casa, para luego ponerse a rezar con un profundo respecto.
Hoy en día se sigue practicando cada año, por pequeños que forman grupos de siete u ocho y se preparan con un tapete, sábana blanca, vela, crucifijo, una campana o un bote con piedras, así como una bolsa grande donde recibirán los obsequios que la gente les otorga.
Posteriormente, se disponen a recorrer las calles del pueblo, deteniéndose en las casas donde los estarán esperando con la puerta abierta y la luz encendida, aguardando la llegada de la procesión infantil que realizará una escenificación de la muerte, donde uno de los niños será el angelito muerto.
Tras recostarse sobre el tapete, sus compañeros lo cubren con la sábana blanca y con sus manitas a la altura del pecho sostiene una vela encendida, el crucifijo sobre su tórax, mientras el resto de los niños se hincan alrededor, se persignan, rezan un Padre Nuestro y un Ave María, para concluir con el singular canto de Los Seremos".
Angelitos somos
del cielo bajamos
a pedir limosna
y no nos dan
¡Puertas y ventanas
nos las pagarán!
Seremos, seremos
¡Calabacitas queremos!
El niño que porta la campana la hará sonar lo más fuerte posible en los últimos versos, para hacer más significativa la escenificación. Una vez terminado el acto todos los pequeños se levantan y el encargado de la bolsa se dispondrá a recibir la recompensa que va desde: dulces, galletas, paletas, chocolates, chicles, cacahuates, naranjas, manzanas u otras frutas de la estación.