Se dice que el agua y los gatitos no se llevan muy bien, e incluso, la mayoría de los michis huyen despavoridos ante el menos contacto con este líquido; no obstante, el amor por sus amos pudo más en este peludito, quien se atrevió a nadar en las frías aguas de un río en Rusia para ver a su familia humana.
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Este sorprendente acto de amor felino tuvo lugar en la ciudad de Saransk, en el frío país que se extiende a lo largo de Asia y Europa.
Las aguas del río Sura son conocidas por sus gélidas aguas, ubicado en la república rusa de Mordovia; sin embargo, a un pequeño amiguito felino no le importó cruzarlo con tal de ver a sus amigos de dos patas.
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Todo ocurrió cuando los empleados de una empresa local se encontraban vacacionando a la orilla del río Sura, en Saransk, cuando vieron algo sorprendente e inesperado.
Un bulto blanco y peludo cruzaba las aguas del río Sura
Los trabajadores en su descanso al lado del río, fueron alertados por un el sonido de un gatito maullando en la orilla opuesta del cuerpo de agua, sin prestarle mucha atención, no obstante, el llanto del minino se hacía más y más insistente.
Pasado un largo rato, la mayoría de los presentes volvieron a sus casas, el sitio se quedó con menos gente, cuando súbitamente alguien notó un pequeño bulto blanco y peludo flotando en el río.
Se trataba del mismo gatito que escucharon anteriormente, el cual sin miedo a la corriente y al agua fría, no dudó en lanzarse al río para llegar al lado donde se encontraban los humanos.
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El gatito estuvo a punto de ser arrastrado por la corriente
La fuerza de la corriente lo arrastraba por las orillas, pero afortunadamente, el animalito pudo cruzar la corta distancia y llegar al otro lado, donde sus amos ya lo estaban esperando.
En cuanto el gatito tocó el suelo, inmediatamente corrió hacia las personas, con el frío calándole hasta los huesos, el valiente gatito dio muestra de su lealtad y voluntad de vivir.