Si alguna vez haz vivido en una casa alquilada, seguramente se te habrá presentado la inquietud de realizar alguna mejora a la vivienda y te habrá asaltado la duda de a quién le correspondería pagar por esos trabajos de mantenimiento, ya que tu eres el inquilino y disfrutarías de esas mejoras, pero al no ser el dueño, debería ser él quien debe correr con esos gastos, a continuación, y para salir de la duda de una vez por todas te explicamos por cuenta de quién deben correr los gastos de mantenimiento de una casa rentada.
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La cuestión de quién debe hacerse cargo de los costos de reparación en una vivienda de alquiler ha sido motivo de debate y confusión entre inquilinos y propietarios. En virtud del artículo 2412 del Código Civil Federal, se establece claramente que el arrendatario (inquilino) tiene la obligación de conservar la casa en el mismo estado en el que fue arrendada, realizando las reparaciones necesarias durante el período de arrendamiento.
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Delimitación de responsabilidad para inquilino y arrendador
En este contexto, cuando un inquilino detecta la necesidad de reparaciones, es su responsabilidad notificar al arrendador y llegar a un acuerdo sobre la forma en que se abordarán los costos. Es común que los inquilinos asuman el costo de las reparaciones, y en algunos casos, estos gastos se descuentan del pago de la renta. Sin embargo, este acuerdo debe establecerse de manera clara y precisa para evitar malentendidos.
El artículo 2415 subraya la obligación del arrendador de informar al inquilino sobre la necesidad de reparaciones de manera oportuna, bajo la amenaza de asumir los daños y perjuicios derivados de su omisión. Este principio refuerza la importancia de la comunicación transparente entre ambas partes para garantizar el mantenimiento adecuado de la propiedad.
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Y, ¿si alguna de las partes incumpliera su obligación?
En caso de que el inquilino no informe sobre la necesidad de reparaciones, el artículo 2416 brinda al arrendador la opción de rescindir el contrato o buscar una solución legal a través de un tribunal. Además, establece la responsabilidad del arrendatario por los daños y perjuicios causados al propietario debido a la omisión en las reparaciones necesarias.
Es crucial destacar que el artículo 2417 otorga al juez la autoridad para determinar el pago de los daños y perjuicios que pueda sufrir el propietario debido a la falta de prontitud en las reparaciones. Esta disposición legal refleja la importancia de abordar las reparaciones de manera oportuna para evitar consecuencias legales.
El inquilino no solo tiene la obligación de asumir los costos de las reparaciones necesarias, sino que también debe comunicar de manera eficiente cualquier problema al arrendador. La falta de cumplimiento de estas obligaciones puede resultar en sanciones legales y la posible rescisión del contrato de arrendamiento. En última instancia, la claridad y la comunicación abierta son fundamentales para mantener una relación armoniosa entre inquilino y propietario en el contexto de las reparaciones en una vivienda de alquiler.
La dinámica entre inquilino y propietario puede variar según el contrato de arrendamiento específico y las negociaciones entre ambas partes. Algunos contratos pueden establecer cláusulas detalladas sobre la responsabilidad de las reparaciones, especificando qué tipos de gastos correrán a cargo del inquilino y cuáles serán responsabilidad del propietario. Es esencial que ambas partes revisen minuciosamente el contrato antes de firmar para evitar malentendidos futuros y establecer expectativas claras desde el principio.
Además, la buena relación entre inquilino y propietario no solo se basa en el cumplimiento de obligaciones legales, sino también en la comunicación abierta y la cooperación mutua. La resolución pacífica de problemas relacionados con las reparaciones puede contribuir en gran medida a mantener un ambiente armonioso, fortaleciendo la confianza entre ambas partes y promoviendo una convivencia positiva a lo largo del contrato de arrendamiento.
Así que ya lo sabes, alquilar una casa va más allá de pagar una cuota determinada cada cierto tiempo, como inquilino tienes la obligación de avisar al propietario sobre desgaste y reparaciones necesarias y realizarlas.
