Un estilo de vida saludable es fundamental para prevenir enfermedades renales, que en ocasiones no presenta síntomas evidentes, por ello exhorta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a llevar una adecuada alimentación y consumir suficiente agua.
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Entre las recomendaciones emitidas están; mantenerse en un peso saludable. Si es hombre, la cintura debe de medir menos de 90 centímetros; y si es mujer, menos de 80cm, realizar una alimentación saludable que incluya en cada comida principal una mayor cantidad de verdura fresca o al vapor, moderado consumo de cereales como arroz, tortilla, pasta; alimento de origen animal como pescado, pollo, queso blanco, huevo en preparaciones que requieran poca cantidad de grasa y como postre, preferir fruta fresca de temporada.
Asimismo, disminuir la ingesta de sodio, evitando añadir sal a los platillos además de alimentos y bebidas industrializadas, la administración de medicamentos debe ser bajo prescripción médica debido a que algunos pueden causar daño renal.
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En tanto, se debe evitar el consumo de tabaco, realizar ejercicio de intensidad moderada por al menos 30 minutos al día, acudir a su chequeo PrevenIMSS una vez al año y mantener cifras normales de glucosa, colesterol, triglicéridos y presión arterial.
La coordinadora de Salud Pública, Brenda Ramírez Vega, explicó que la principal función de los riñones es la de eliminar las toxinas del cuerpo contenidas en la sangre.
Indicó que las enfermedades renales se suelen denominar “asesinas silenciosas”, porque durante años pueden no presentar síntomas, pero cuando se manifiestan, deterioran la calidad de vida de la persona.
Señaló que quienes tienen altos niveles de colesterol son más propensos a sufrir un problema renal, por lo que es recomendable la reducción del consumo de grasas saturadas, también conocidas como grasas malas.
“El riñón es un órgano compuesto por venas y arterias que se endurecen con altos niveles de colesterol, perdiendo paulatinamente su capacidad de filtración de toxinas”, recalcó.
El exceso de proteína, contenida principalmente en los alimentos de origen animal puede hacer que se acumulen toxinas en la sangre, lo que causa que los riñones trabajen más, por lo que se requiere un plan de alimentación individualizado otorgado por el personal experto en nutrición de su Unidad de Medicina Familiar.
Ramírez Vega advirtió que la falta del consumo de agua favorece la aparición de enfermedades renales, formación de cálculos en el riñón e infecciones urinarias, por lo que se recomienda la ingesta de dos litros de agua simple al día.
Finalmente, exhortó a los derechohabientes del IMSS acudir anualmente a los módulos de PrevenIMSS, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar, para recibir orientación y atención oportuna de salud.