El cuerpo humano está equipado con su propio sistema de defensa natural que nos protege de enfermedades, virus y bacterias; se trata del sistema inmunológico, el cual destruye a los organismos infecciosos que intentan dañarlo; sin embargo, hay ocasiones en que éste no funciona de la manera adecuada y puede causar problemas de salud como las alergias.
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El sistema inmune es a nivel biológico uno de los más complejos que regulan funciones en nuestro organismo, es el encargado de combatir agentes infecciosos y patógenos que nos provocan enfermedades, por ello, es uno de los más estudiados por la ciencia.
No obstante, al no funcionar correctamente, puede reaccionar de forma exagerada ante ciertas sustancias extrañas (como el polen, el veneno de abejas o la caspa de las mascotas) o alimentos que no provoca reacciones a la mayoría de las personas, como la soya.
Afortunadamente, uno de los más recientes estudios efectuado por investigadores de la Escuela Universitaria de Medicina de Indiana, en Estados Unidos, ha logrado indagar en el funcionamiento de un tipo de células especiales, que podrían ser capaces de alcanzar tratamientos especiales para poner fin a las alergias alimentarias y enfermedades autoinmunes.
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¿Cómo se producen las alergias y enfermedades autoinmunes?
Las alergias pueden ser ir desde las más leves hasta una reacción grave y potencialmente mortal, conocida como anafilaxia. Las personas con antecedentes familiares de alergias corren más riesgo de tener enfermedades alérgicas.
Estas afecciones comienzan en el sistema inmunitario. Si tiene alergia a una sustancia, como el polvo, el moho o el polen, y entra en contacto con ella, es posible que el sistema inmune reaccione de forma exagerada, produciendo anticuerpos para atacar la sustancia.
Las sustancias que causan alergia se llaman alérgenos y son moléculas capaces de estimular nuestro sistema inmunitario para que genere unos anticuerpos especiales. Los alérgenos pueden ser transportados por el aire, como los pólenes, los hongos, los ácaros o los epitelios de animales domésticos, también son alérgenos importantes algunos alimentos, los venenos de las picaduras de abejas y avispas, y los medicamentos.
Las enfermedades alérgicas tienen un componente hereditario y aunque se han producido importantes avances en su investigación, queda todavía mucho por descubrir sobre cómo predecir qué personas desarrollarán alergia.
Por otro lado, una enfermedad autoinmune es una condición en la que el sistema inmune se convierte en el agresor y destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos.
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Un descubrimiento que podría terminar con las alergias alimentarias
Un nuevo estudio realizado en la Escuela Universitaria de Medicina de Indiana, ha encontrado la posible respuesta para manipular las reacciones de nuestro sistema inmune y combatir tanto las alergias alimentarias, como las enfermedades autoinmunes.
Los investigadores descubrieron que un tipo de linfocitos, denominado como células T reguladoras, son capaces de impactar en la respuesta del sistema inmune y son las que pueden ayudar a mantener el equilibrio correcto en el organismo, evitando que la respuesta sea excesiva o demasiado débil.
El objetivo principal del sistema inmunológico es la destrucción rápida de los microorganismos patógenos, pero debe garantizar la mínima repercusión sobre las células y tejidos sanos, es ahí donde intervienen las células T, que una vez controlada la infección, desmontan la respuesta del sistema inmune.
El cambio en las isoformas es la clave para desarrollar alergias
El gen humano FOXP3 es el encargado de codificar dos isoformas principales a través de empalmes alternativos: una isoforma más larga que contiene todos los exones codificantes y una isoforma más corta, que carece de los aminoácidos codificados por el exón 2.
Los investigadores demostraron que los pacientes que poseen solamente la isoforma más corta, no son capaces de mantener una auto-tolerancia y desarrollan problemas como la inmunodeficiencia.
Un estudio llevado a cabo en ratones permitió comprobar que los roedores con ausencia del exón 2, tienen una respuesta excesiva de las células T, por lo que sus organismos desarrollan enfermedades autoinmunes sistémicas con producción de autoanticuerpos. Esto quiere decir que cuando existe una isoforma, se producen trastornos inmunes.
De esta manera, los científicos se encuentran estudiando la manera de manipular estas isoformas, lo que podría ayudar a combatir las alergias ciertos alimentos, además de desarrollar tratamientos efectivos contra enfermedades autoinmunes como el lupus.