Ubicado al sur del estado de Chihuahua, el municipio de San Francisco del Oro se alza como uno de los centros mineros más importantes del país. A sólo unos 25 minutos de la ciudad de Parral, su cabecera municipal data del año 1658 cuando Francisco Molina descubrió los primeros yacimientos que le dieron vida a esta región.
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En tanto que, por su parte, Francisco de Ibarra encabezó personalmente las primeras expediciones de exploración y conquista; aunque falleció cuando ya se comprendía en jurisdicción los asentamientos de lo que es San Francisco del Oro.
Hoy, El Oro está convertido en una pintoresca comunidad en donde dicha actividad da cientos de empleos para los habitantes de la región sur del estado. La compañía Minera Frisco es la principal productora del mineral hasta la fecha, tanto en extracción como en el proceso en las plantas de beneficio de la comunidad.
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Minería, la principal actividad
En la actualidad, con el avance de la tecnología tanto en maquinaria como en herramientas, la minería se posiciona como la principal y más importante fuente de trabajo que mueve de manera dinámica la economía aurífera con la extracción de minerales, muestras geológicas de los diferentes tipos de metales que se producen en toda una extensión para la exploración. Entre los principales metales que se procesan están el oro, plata, plomo, cobre y zinc.
Sin embargo, en los últimos años la generación de empleo se desplomó hasta en un 30 por ciento en lo que corresponde a la industria extractiva en el poblado. Y de acuerdo con estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social, los empleos pasaron de 545 a 381 en el corte del último trimestre de este año; incluso los despidos se deben, precisamente, a la caída en la actividad.
En datos ya publicados se ha dado a conocer que entre las minas que ya no operan está La Granadeña y Clarines, entre otras. Históricamente, la empresa minera ha sido la principal generadora de trabajo.
Así, según los datos oficiales del IMSS, al corte de junio de este año la comunidad de El Oro tenía 651 empleos generados. De estos, 381 en la actividad extractiva, 201 en el servicio de empresas; 25 en el comercio; 28, en la industria de la transformación; 5, en servicios sociales y comunicación y 11 en comunicaciones y transportes.
Las canastillas que traen nostalgia
Y como mudo testigo de aquella bonanza minera que tuvo en sus años de esplendor la comunidad de San Francisco del Oro, aún quedan las famosas canastillas donde se transportaban los metales preciosos hacia los molinos. En la actualidad se les puede observar al ingresar al poblado, las cuales recrean una imagen singular y son parte del atractivo turístico del sur del estado.
Cuentan algunos habitantes que estas canastillas eran utilizadas para transportar el material desde la mina rumbo al sector de la Hacienda, donde se procesaba y sacaban el metal. Cuando llegaban a descomponerse las volteaban y con burros recogían el material en costales; los animales pertenecían a un señor que el pueblo conocía como “Chalío, el de los burros”. Estas canastillas operaban también con metal de las minas Clarines y Frisco.
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Es característico el distintivo que provocan las históricas canastillas, las cuales fueron instaladas en el año 1902; incluso San Francisco del Oro tiene entre sus artesanías que ofrecen al turismo nacional, canastillas hechas con cascarón de huevo, macramé, además de figuras realizadas a base de azúcar.
Es así como San Francisco del Oro se aferra y resiste a abandonar la actividad minera que le ha dado vida desde su fundación. La comunidad se resiste ante los embates de la crisis económica actual.
Se mantiene y brilla como los metales que salen desde sus entrañas. Su historia es tan rica como amable su gente que, pese a la adversidad que le azota, prosigue en sus actividades de la vida diaria en sus callejones llenos de nostalgia y entre el devenir histórico.
