Los hablantes del idioma español nos solemos partir la cabeza con la dichosa letra H, pues aunque al momento de "hablarla" no suponga mayores problemas, dado que no se pronuncia; al momento de escribirla correctamente, las cosas se pueden tornar un poco más complicadas, siendo una pesadilla quienes no son muy amantes de la ortografía.
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La mayor dificultad que enfrentamos al utilizar esta letra del abecedario, radica en que es la única "letra muda" en el alfabeto español; es decir, que no posee sonido alguno. Solamente se pronuncia al estar precedida de la letra C, convirtiéndose en CH. Por ello, cuando la H va sola, es como si no tuviera sonido alguno.
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¿Por qué se usa la letra H si no suena?
Las cosas se complican cuando descubrimos que en nuestro lenguaje, más de 2 mil palabras comienzan con la letra H, que suele pasar inadvertida; pero eso no es lo peor, pues muchas otras palabras la llevan intercalada, como en el caso de; "adhesivo", "tahúr" o "zanahoria".
Es entonces cuando llega el momento de preguntarse; ¿Para qué existe la letra H en el idioma español?, ¿Su único propósito es el de complicar nuestra forma de escribir?
Aunque parezca increíble, ya en el pasado muchos lingüistas se hicieron estas mismas interrogantes, al grado de que incluso trataron de suprimir su uso, eliminando a esta confusa letra de nuestro idioma; sin embargo, sus esfuerzos serían en vano.
Uno de estos hombres hartos de la letra H, fue el lingüista venezolano Andrés Bello, quien en 1823, solicitó la creación de una regla ortográfica para eliminar el uso de dicha letra, incluso, el renombrado escritor, Gabriel García Márquez, deseaba que fuera retirada del lenguaje español.
Una letra que a todos nos confunde
Algo que muchos no saben es que en sus inicios, la letra H no siempre fue muda. Se trata de una letra que ha sido constantemente modificada a lo largo de la historia, con diferentes propósitos, algunos de los cuales ya no existen, mientras que otros, siguen siendo utilizados.
De acuerdo a registros históricos, los antiguos fenicios fueron los primeros en incorporar esta letra en su vocabulario, pronunciándola como una "j" aspirada. Poco después, fue adoptada por los griegos y después al latín, donde fue perdiendo su sonido.
Ya del latín, llegó finalmente al español, donde poco a poco, pasó de tener un sonido similar al de una explosión de aire como en la letra H del idioma inglés, hasta ser prácticamente inexistente; no obstante, el español se apropió también de algunas palabras latinas que empezaban con F, y que también en castellano comenzaban en un principio con esa letra.
Dado que en algunas regiones de la península ibérica, la letra F también se pronunciaba aspirada, empezó a ser sustituida por la H a comienzos del siglo XIV. Un ejemplo es la palabra "farina", que pasó a ser "harina". Con el tiempo, el cambio afectó también a las palabras que llevaban la H intercalada.
Sin embargo, todo cambió a partir del siglo XV, cuando el sonido de la "hache aspirada" se empezó a considerar un vulgarismo, algo propio de las personas con una baja educación, por lo que fue enmudeciendo completamente, hasta quedar como letra muda.
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¿Es entonces la H una letra inútil en nuestro idioma?
A pesar de que la H perdió completamente su pronunciación original, hay algunos académicos que defienden su uso, argumentando que la letra no es del todo inútil; "Tomemos por ejemplo la palabra 'huevo'. A simple vista, parece absurdo que lleve una H al principio. Pero esa H está justificada, ya que antiguamente, las letras U y V se escribían exactamente igual, por lo que la H sirve para identificar que la letra que la sucede en la palabra 'huevo' es una U y no una V", explica Manuel Blecua, doctor en Filología Románica.
Inclusive, agrega otro ejemplo más contundente; "En el caso de la palabra búho, la H intercalada sirve para marcar un hiato; es decir, para advertir al lector de que hay una separación entre la U y la O, que la palabra búho se compone de dos sílabas y no de una".