A unas cuantas horas de despedir el verano se espera la llegada de una de las temporadas más esperadas del año y será el próximo domingo 22 de septiembre cuando se dará la bienvenida al otoño, estación que comienza con la llegada del equinoccio, un fenómeno astronómico en el que el día tiene exactamente la misma duración que la noche debido a que el sol se alinea con el ecuador de la tierra, una línea imaginaria justo en el centro del planeta y que divide el norte con el sur, por lo que a partir de ahí las noches se irán haciendo cada vez más largas y los días más cortos.
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Los días de intenso calor están por quedar atrás con la llegada del otoño, una de las cuatro estaciones del año que como sabemos además son primavera, verano e invierno, pero también marcará el comienzo de las noches más largas que los días y que se registran durante el otoño e invierno, mientras que en primavera y verano los días duran más que las noches.
El otoño es la temporada que marca el comienzo de la disminución de las temperaturas cálidas propias del verano, para dar paso a los vientos frescos y también a algo que es muy representativo de esta estación, como lo es cuando los árboles caducifolios presentan la caída de sus hojas para mantener la energía, ya que para mantener el follaje requieren precisamente de una gran cantidad de energía y por ello se desprenden de aquello que les es más desfavorable que benéfico.
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También el otoño es una época del año en donde los factores climáticos son duros y difíciles de soportar por las plantas, sin embargo, es temporada de cosecha de productos en el campo, pero también de siembra de cultivos que son resistentes a los descensos de temperatura.
¿Cuándo llega el equinoccio de otoño?
Estamos ya a unas cuantas horas de la llegada del equinoccio de otoño en el hemisferio norte y esto es cuando el sol llega exactamente a la línea del ecuador celestial, un fenómeno astronómico que ocurrirá este domingo 22 de septiembre a las 6:43 am, hora del centro de la Ciudad de México.
El equinoccio, palabra que viene del latín, significa “noche igual”, lo cual indica que el 22 de septiembre la noche y el día tendrán la misma duración, después en los siguientes minutos se empezará a desplazar hacia el sur al Trópico de Capricornio, por lo que luego de que suceder este fenómeno, los días se vuelven más cortos que las noches del verano, esto debido a que el sol sale más tarde y la noche llega antes.
El equinoccio es una época de transición que permite que los días se acorten rápidamente y las noches sean más largas y frescas. La estación de otoño este 2024 tendrá una duración aproximada de 89 días y 21 horas, finalizando el 21 de diciembre con la llegada del solsticio de invierno, contemplado para el hemisferio norte a las 3:20 am, hora del centro de la Ciudad de México.
Es de resaltar que durante el año únicamente en dos fechas los días y las noches son iguales, el 20 de marzo y el 22 de septiembre, es por eso que se llaman equinoccios al principio de la primavera y el inicio del otoño.
Por su parte y debido a la inclinación del eje terrestre, el sol llega a su altura máxima en el invierno en el hemisferio norte a 23.4° por dejado del ecuador y en el verano alcanza la misma altura, pero por encima del ecuador. A estos días de altura máxima se les llama solsticios y ocurren el 20 junio y el 21 de diciembre, cuando inicia precisamente el verano e invierno, respectivamente.
¿Por qué los días son más cortos y las noches más largas en otoño y en invierno?
Con la llegada del otoño y el invierno los días son más frescos y más breves, mientras que las noches más prolongadas, esto porque amanece más tarde y anochece más temprano, debido a la inclinación del eje de la tierra y su órbita alrededor del sol durante estas épocas del año.
Es importante saber que la tierra no orbita alrededor del sol en un plano completamente horizontal, esto porque su eje de rotación está inclinado aproximadamente 23.5 grados con respecto al plano de su órbita y es por eso que existen las estaciones del año, ya que si la tierra no girara inclinada no existirían y el clima sería igual durante todo el año.
Es por eso que cuando el hemisferio norte está inclinado hacia el sol se experimenta el verano, mientras que el hemisferio sur se encuentra en invierno y por el contrario, cuando el hemisferio norte se inclina lejos del sol, experimenta el invierno, y el hemisferio sur tiene su verano.
Tanto la tierra como otros cuerpos del sistema solar orbitan al sol en una trayectoria que no es circular sino elíptica, de modo que su distancia a éste es variable, lo que significa que en ciertas épocas del año hay un punto de la trayectoria en que están más cerca del sol (Perihelio) y otro en el que están más lejos (Afelio).
En el hemisferio norte, el Perihelio ocurre en enero, lo que significa que el invierno coincide con el momento en que la tierra está más cerca del sol, sin embargo, debido a la inclinación del eje de la tierra, los rayos solares no son lo suficientemente directos como para contrarrestar el efecto de la distancia, lo que resulta en días más cortos y temperaturas más frías.
El hecho de una mayor cercanía de la tierra con el sol no significa necesariamente que el invierno sea más cálido en el hemisferio norte, esto porque se encuentra inclinado lejos del sol y por lo tanto recibe menos luz solar y por consecuencia es más frío.
Como fenómeno natural el Perihelio ocurre todos los años y este 2024 fue especial, porque la tierra estuvo más cerca del sol que en los últimos 11 mil años, a una distancia de 147 millones de kilómetros, lo que representó un récord histórico y es que la tierra se mueve más rápido en Perihelio a 30.29 km/s.
Por su parte, el Afelio ocurre en verano y es el punto en que la tierra llega a su máxima distancia alejada del sol y este punto de separación nos sitúa aproximadamente a unos 152 millones de kilómetros del astro rey. Durante este fenómeno la tierra se mueve más lento en su órbita a 29.29 km/s.
Durante el verano en el hemisferio norte, los rayos del sol golpean más directo y durante más tiempo, razón por la cual experimentamos altas temperaturas a pesar de que la tierra se encuentra más alejada del sol y este año el Afelio se produjo el 20 de junio.
En pocas palabras, la duración del día con respecto a la de la noche depende de la fecha y de la ubicación a medida que la tierra continúa su órbita alrededor del sol y su inclinación con respecto al astro rey. Un ciclo natural de las estaciones del año, por lo que a partir de este domingo estaremos experimentando la llegada del otoño con las noches que comienzan a durar más que el día, aunque la tierra habrá de continuar con su órbita y los días de nuevo progresivamente se alargarán conforme nos acerquemos a la primavera y el verano.