Recientemente, habitantes de Noruega, presenciaron un bello espectáculo celeste: Nubes con tonos brillantes y coloridos como un arcoíris, iridiscentes o nacaradas. Por desgracia, este hermoso y espectacular paisaje no representa buenas noticias para la salud ambiental.
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Las nubes nacaradas, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), son formaciones de hielo en la estratosfera que se crean a temperaturas muy frías, alrededor de -85 °C. Estas nubes, que a menudo tienen colores brillantes, se observan en latitudes altas durante el invierno, siendo más comunes en la Antártida, pero también vistas en lugares como el Ártico, Escocia y Alaska. Su apariencia suele ser similar a cirros pálidos durante el día, pero después del atardecer, exhiben colores brillantes e iridiscentes.
La iridiscencia de estas nubes es causada por la difracción y la interferencia de las ondas de luz, indicando la presencia de cristales esféricos de hielo de tamaño similar. Si las nubes nacaradas coexisten con cirros después del atardecer, su alta altitud hace que muestren colores brillantes incluso después de que los cirros se hayan vuelto grises.
La presencia temprana de estas nubes este año en el sur de Noruega podría indicar un deterioro prematuro de la atmósfera y posibles problemas en la capa de ozono.
Una mala señal
A pesar de que las nubes nacaradas son un espectáculo visual para los seres humanos, el fenómeno no trae buenas noticias. Por el contrario, las nubes arcoíris polares podrían aparecer cuando se abren agujeros en la capa de ozono, que permiten que la radiación solar penetre más profundamente a nuestro planeta, de acuerdo a científicos británicos.
La Tierra está protegida por una coraza natural contra la radiación del cosmos, que produce principalmente nuestra estrella más cercana, el Sol. Aunque básicamente, todos los cuerpos celestes despiden radiación. A este escudo poderoso se le conoce como campo magnético terrestre, y permite que la vida se desarrolle como la conocemos hasta hoy.
La atmósfera de la Tierra, por su parte, es un cúmulo de gases naturales que mantiene las condiciones climáticas de nuestro planeta tal y como están ahora. Sin embargo, la actividad humana ha debilitado esta protección natural. En consecuencia, se han generado hoyos en la capa de ozono que dan pie a que la radiación del Universo se filtre a la superficie terrestre.
De acuerdo con el Met Office del Reino Unido, las nubes nacaradas son señal de que estos agujeros se están haciendo cada vez más profundos. Lo preocupante este año es que, a pesar de que estas nubes típicamente aparecen en enero, se han avistado desde los últimos días de diciembre. El fenómeno meteorológico se adelantó, lo que sugiere que la atmósfera también se ha deteriorado prematuramente.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua