La guerra de Independencia en México fue un largo proceso histórico político y social, en el que se logró poner un final al dominio de la corona sobre los territorios de la Nueva España. Esta etapa decisiva para la nación dio inicio el 16 de septiembre de 1810, finalizando con la entrada triunfal del Ejército Trigarante en la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821; no obstante, lo que muchos no saben, es que sin el apoyo de otras naciones, como Francia y Estados Unidos, nunca habría sido posible iniciar la lucha por la soberanía.
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El revolucionario pensamiento francés, así como el apoyo de otras naciones americanas como Estados Unidos y países de Sudamérica, fueron parteaguas para lograr el movimiento independentista. Ya que pese a que México se encontraba totalmente sometido por la corona española, los pensamientos políticos internacionales llegaban por medio de extranjeros que tenían negocios con España, y poco a poco la misma propaganda de lucha europea empezó a recorrer las calles.
La llegada del comercio internacional al territorio no frenaba, barcos de todo el mundo arribaban al nuevo territorio, haciendo que criollos e indígenas conocieran las nuevas filosofías mundiales y revoluciones acontecidas en otros países, de modo que una nueva mentalidad fue surgiendo hasta convertirse en un nuevo ideal de lucha por un México libre.
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Se expande el movimiento liberal con la influencia de Estados Unidos
La declaración de Independencia en Estados Unidos le dio a México una nueva impresión sobre la libertad que podría ser alcanzada, sirviéndoles como ejemplo.
El pueblo mexicano comenzó a desafiar la idea de ser sometidos y formaron grupos decididos a lograr lo mismo que sus vecinos del norte, librarse del yugo de la conquista.
La propaganda revolucionaria que comenzó a circular en la Nueva España le dio una mayor forma al movimiento, los criollos sabían que ya no estaban solos, sino que los grupos más oprimidos, como los indígenas, les apoyarían en su lucha en busca de la libertad.
La Revolución Francesa sirvió como fuente de inspiración inspiración
Francia fue otro de los países extranjeros que ejercieron una enorme influencia sobre el México de la época; sus ideas, modas y costumbres pronto se extendieron en la Nueva España; no obstante, con el estallido de la Revolución Francesa, un numeroso grupo de franceses y francomexicanos se mostraron interesados en defender a los revolucionarios y sus ideales.
Incluso, cuando en el año 1808, Napoleón Bonaparte invadió España, la Corona en México se encontraba totalmente decaída; fue un momento en que se contaba con la simpatía de diversos países que, con o sin intereses, apoyaban el movimiento de Independencia del país.
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Naciones poderosas se suman contra la Corona
En cuanto México se enteró de lo ocurrido en España, se produjo una gran agitación entre los criollos, su oportunidad para independizarse había llegado finalmente. Los grupos de revolucionarios se mostraban enaltecidos con las ideas liberales y contrarias a la influencia de España en el nuevo continente.
Pronto, México se vio apoyado económicamente por diversas naciones como Alemania, Inglaterra, Francia y Japón, además de los Estados Unidos, quienes brindaron elementos como armas para comenzar el movimiento de Independencia. Algunos extranjeros españoles asentados en el Viejo Mundo, recibieron ayuda económica de Inglaterra y Estados Unidos para rebelarse contra la Corona, y lucharon en favor de la liberación de la Nueva España.
De esta manera, fue que poco, México se integró a la lista de países libres gracias a las ideologías de libertad, siendo tomado como ejemplo por otras naciones en toda América Latina.