Parral, una ciudad con una rica historia y tradiciones, tiene en su memoria colectiva a personajes que han dejado huella imborrable. Uno de estos personajes es Don Gustavo Guerra, conocido cariñosamente como "El Ruco". Originario de Guadalupe, Zacatecas, Don Gustavo llegó a Parral cargado de sueños y una inigualable sonrisa que nunca abandonó, ni siquiera en los momentos más difíciles.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Sol de Parral
Don Gustavo inició su travesía culinaria en 1968, vendiendo gelatinas de leche en el barrio La Peña. Su tenacidad y carácter afable le valieron el apodo de "máistro gelatinoso". Con el tiempo, y cargando una vitrina de vidrio con varios compartimentos, "El Ruco" decidió cambiar de rubro y empezó a vender lonches afuera de la secundaria federal Rogerio Aranda. Fue en este punto donde su fama despegó y su nombre se convirtió en sinónimo de deliciosos bocadillos.
Lonches "El Ruco", más que sólo comida
"El Ruco" no solo vendía lonches, sino que ofrecía una experiencia. Los estudiantes de la secundaria federal lo esperaban ansiosos cada día, sabiendo que se llevarían no solo un lonche, sino también una charla amena y una sonrisa. Sus lonches, famosos por la salsa picosa de chile de árbol, se convirtieron en una tradición para generaciones de parralenses.
Los lonches de "El Ruco" se preparan a base de carne molida, jamón, asadero y mayonesa, una combinación que deleitaba a cualquiera que los probara. También contaban con opciones como los lonches de frijoles con jamón, mayonesa y asadero, cada uno de ellos con un toque especial que los hace únicos. Este peculiar establecimiento, ubicado a un costado de la secundaria federal Rogerio Aranda, parece "volar" sobre la Vialidad del Río, un lugar que se convirtió en un punto de referencia gastronómico en Parral.
Te puede interesar: Desde tacos hasta menudo, parralenses consumen diversas comidas típicas en tianguis
El legado de Don Gustavo
Más allá de su negocio, Don Gustavo dejó una marca en la comunidad a través del deporte. Patrocinó al equipo de fútbol "Lonches El Ruco", compuesto por jóvenes de la Manuel Merino y otros barrios. Los sábados, los partidos eran seguidos de un lonche y una soda, cortesía de "El Ruco", creando un vínculo especial entre el deporte y su negocio. Los trofeos ganados por el equipo adornaban su pequeño puesto, testimonio de su amor por el fútbol y su generosidad.
La noticia de la muerte de Don Gustavo dejó un vacío en Parral, pero su historia sigue viva en la memoria de la ciudad. Los lonches de "El Ruco" no son solo un alimento, sino una parte esencial de la vida cotidiana para muchos. Los recuerdos de aquellos días en la secundaria, los partidos de fútbol y las charlas con Don Gustavo son tesoros que sus antiguos y actuales clientes guardan con cariño.
Puedes leer: Dulces de leche quemada, una delicia producida en Parral
Hoy, los descendientes de Don Gustavo continúan con la tradición de Lonches "El Ruco", manteniendo viva la esencia que él instauró. Con humildad y dedicación, siguen ofreciendo los mismos sabores que conquistaron a Parral. El espíritu de Don Gustavo, con su sonrisa eterna y su pasión por servir, sigue presente en cada lonche que preparan.
Así, "El Ruco" no solo se ganó el cariño de una comunidad, sino que se convirtió en una leyenda de Parral. Su historia es un testimonio del poder de la perseverancia, la amabilidad y el compromiso con la calidad. Y mientras haya quien recuerde sus lonches y su sonrisa, Don Gustavo Guerra, "El Ruco", seguirá siendo una figura querida e inolvidable en la historia de Parral.