El pasado 8 de abril de 2024, Norteamérica fue testigo de un espectáculo celestial histórico: un eclipse solar que se ganó el título de Gran Eclipse Mexicano. Sin embargo, a pesar de su magnificencia, muchas personas en la ciudad de Chihuahua se quejaron de que el oscurecimiento no fue tan dramático como esperaban.
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En la ciudad de Chihuahua, el eclipse se vio a un 91 por ciento, comenzando a las 11:03 horas y llegando a su punto máximo a las 12:20 horas y posteriormente terminar a las 13:41 horas.
Chihuahua en la penumbra
Entonces, ¿por qué la oscuridad no fue tan evidente como se esperaba? La respuesta radica en la capacidad de adaptación de nuestros ojos a la falta de luz.
A diferencia de otros lugares, como Mazatlán o Torreón, donde se experimentó el eclipse al 100 por ciento, en la ciudad de Chihuahua el eclipse solar fue parcial, esto ocurre cuando la Luna no cubre completamente el disco solar. Mientras que en esos lugares la sombra, o mejor dicho “umbra” de la luna se proyectó directamente, Chihuahua estuvo en una zona llamada “penumbra”, donde la oscuridad no es total, porque una parte del sol queda descubierta.
Aunque en la penumbra el Sol se oscurece significativamente, aún queda suficiente luz para que nuestros ojos se adapten gradualmente a la disminución de la luminosidad. Ese importante oscurecimiento quedó bien registrado por Neto Pérez usuario de Facebook que subió un video Timelapse del eclipse en Chihuahua, en el que se aprecia el oscurecimiento, sin el efecto natural del ojo humano que se adapta a bajos niveles de luz. El video comprueba que el oscurecimiento fue importante de manera que incluso se prendió la luz del alumbrado público.
Nuestros ojos son sorprendentemente hábiles para ajustarse a diferentes niveles de luz. Cuando la luz disminuye, las pupilas se dilatan para permitir que más luz entre en el ojo, lo que nos permite ver con claridad en condiciones de poca iluminación. Este proceso de adaptación gradual puede hacer que el oscurecimiento durante un eclipse parcial parezca menos drástico de lo que realmente es.
Además, otros factores también pueden influir en la percepción del oscurecimiento durante un eclipse, como las condiciones meteorológicas y la claridad del cielo. Si el cielo está nublado o brumoso, la luz solar se dispersa y puede atenuar aún más el efecto del eclipse. Cosa que ocurrió en la vecina ciudad Juárez, donde una alta nubosidad impidió la visión plena del fenómeno astronómico.
Aunque un eclipse solar parcial como el que presenció Chihuahua puede no causar una oscuridad total, sigue siendo un evento celestial notable y fascinante. A medida que continuamos explorando y admirando los misterios del universo, recordemos que nuestra percepción puede ser influenciada por una variedad de factores, incluida la asombrosa capacidad de nuestros propios ojos para adaptarse a la falta de luz.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua