Además de ser el estado más grande de todo México, Chihuahua también es un lugar lleno de cultura, e historia. Un sitio donde los pueblos originarios pudieron quedarse y permanecer desde hace cientos de años, hasta la fecha.
Uno de los pueblos originarios más conocidos del estado Chihuahua son los rarámuri, quienes debido a que su existencia se remonta a muchos años atrás, su cultura y sus tradiciones son muy ricas y diferentes a las de nosotros.
Una de sus historias que resaltan mucho por su belleza es la de cómo se originaron los rarámuri y la razón por la que ellos no festejan la Navidad de la misma forma que nosotros, acá te contamos un poco más sobre ella.
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Rarámuris: Leyenda del Sol y la Luna
Se cree que hace cientos de años, sólo existian en sol y la luna, quienes eran dos niños pequeños vestidos solamente con hojas de maguey y habitaban una pequeña chozita hecha de palos y lodo. Estos pequeños no poseían ningún bien material ni ningún animal o cosecha.
El sol y la luna eran de piel oscura, al igual que toda a su alrededor, por lo que lo único que los podía alumbrar era el lucero de la mañana.
Para poder realizar sus actividades, ellos recurrían a tomarse de la mano para no tropezar con nada, por lo que siempre estaban juntos.
Un día, el sol y la luna se curaron de tanta oscuridad, poniendo una cruz de madera en tesgüino y colocándola en su pecho; cuando eso ocurrió, ellos dos empezaron a tomar el brillo que tanto los caracteriza.
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Con el tiempo, todo a su alrededor empezó a llenarse de agua, por lo que el sol y la luna decidieron subir a una montaña llamada Lavachi. Una vez ahí, colocaron algunas semillas de maíz y frijol en una roca y se quedaron dormidos.
Con el pasar del tiempo, las cosechas dieron frutos, y de ahí surgieron los rarámuris o tarahumaras, como también son conocidos. Su vida era muy bonita y feliz, lo que hizo enfurecer al señor de las tinieblas, quien celoso del nacimiento de los rarámuri, creó a un hombre hecho de pura ceniza, quien luego de un golpe se convirtió en el hombre blanco o Chabochi, como los nombraron los tarahumaras.
¿Cómo festejan los rarámuri la navidad?
Partiendo de esto, debemos recordar, que los rarámuri respetan y valoran mucho la naturaleza y lo que ella les da, es por ello, que ellos aprovechan las fechas decembrinas como la navidad, para cuidar de ella y apapacharla, no como los hombres blancos o chabochis, que sólo la explotan y abusan de ella.
Durante la navidad, los rarámuri realizan festejos muy peculiares y hermosos que dejan boquiabierto y encantado a cualquiera.
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En la Sierra Tarahumara se encuentra un poblado llamado Sisoguichi, que significa “lugar de las flores”. Es aquí donde se encuentra la parroquia El Dulce Nombre de María, donde desde el 8 de diciembre los matachines realizan bailes que se repiten una y otra vez haciendo énfasis el 12 de diciembre en los festejos a la virgen de Guadalupe, el 24 de diciembre por navidad, el 31 de diciembre por año nuevo y el 6 de enero por el día de reyes.
Durante la Nochebuena es normal ver a los matachines desde tempranas horas del día danzar adentro y afuera del templo. Además, estas danzas se alargan durante toda la noche y sólo se interrumpen una hora antes de la medianoche, que es cuando inician las celebraciones.
Los matachines se caracterizan por sus brillantes y coloridos atuendos y por ser siempre un número par, normalmente son entre ocho o doce. Su danza se basa en giros y cambios rápidos que se siguen bajo las órdenes del líder de los matachines.
Las canciones que los matachines bailan, están entonadas por violines principalmente y la melodía principal va acompañada con un tipo de sonajas.
Para los rarámuri, las danzas que ellos realizan durante estas fechas, representan sus esperanzas, temores, miedos, los tormentos de sus almas y los anhelos de una vida mejor. Asimismo, reflejan sus plegarias donde piden tener más amor, felicidad y alegría. También, bailan para agradecer las bendiciones que la tierra les ha dado y piden protección para no enfermar.
Los festejos concluyen con la misa de Navidad que se celebra durante la mañana del 25 de diciembre, lugar donde llegan a acudir más de 500 personas.