Los huracanes son un fenómeno meteorológico considerado como un misterio del medio ambiente, que a través del tiempo y gracias a diversos estudios de meteorología se han logrado grandes avances en cuanto a ser detectados y ante ello surgió la idea de ponerles un nombre propio e individual, que permite identificarlos con mayor rapidez y antelación, lo que en cierta forma facilita más recordarlos por el nombre de una persona, que por un número o un código.
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En recientes estudios se ha descubierto que los huracanes duran cada vez más que antes sobre la tierra, lo que es considerado un efecto del cambio climático que podría causar más daños en comunidades al interior después de tocar tierra.
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Precisamente un estudio publicado en el 2020 en la revista Nature, revela que los huracanes han afectado a Norteamérica entre 1967 y 2018. En los años setenta, los huracanes perdían un 75 por ciento de su fuerza durante el primer día tras tocar tierra y hoy en día, la fuerza de un huracán que toca tierra suele disminuir un 50 por ciento durante el primer día.
Quizá hayas oído hablar de huracanes, ciclones y tifones, pero en realidad son el mismo fenómeno meteorológico, que consiste en un sistema tormentoso, sin embargó los científicos los llaman de distinto modo y según el lugar donde se producen.
El nombre de huracán proviene del Dios Caribeño del Mal “Hurrican” y cuando las tormentas se producen en el Atlántico Norte, en el Caribe y en el nororiental del Pacífico, se les denomina huracán, por su parte, en el Pacífico noroccidental las tormentas reciben el nombre de Tifones.
Un huracán es un ciclón tropical de fuertes vientos acompañado de lluvias intensas y tormentas eléctricas, el cuál para ser considerado huracán, debe registrar vientos sostenidos de al menos 119 kilómetros por hora.
Los huracanes provocan desastres naturales en muchas partes del mundo y causan cuantiosas pérdidas económicas y humanas. Típicamente, es una tormenta en forma de espiral que posee en el centro un área de calma relativa debido a la baja presión atmosférica, llamada “ojo” y que mide alrededor de entre 38 y 42 kilómetros de ancho.
En torno al ojo se sitúa una especie de pared que, consiste en lluvias y vientos fuertes, los más fuertes de todo el huracán. Los vientos de los huracanes que azotan el hemisferio norte circulan en sentido contrario al de las manecillas del reloj, mientras que en el hemisferio sur circulan de izquierda a derecha.
El origen de este sistema está en las aguas cálidas de los océanos con temperaturas superiores de 26 grados centígrados. Su formación requiere un alto grado de humedad en la atmósfera. Estos dos factores, calor y humedad, conforman el punto de arranque de un huracán.
¿Por qué se pone nombre a los huracanes?
Los huracanes, ciclones y tifones, son bautizados con nombres de personas para identificar rápidamente cada fenómeno meteorológico que se registra y es un nombre propio e individual que nunca se repite y es más fácil recodar el nombre de una persona que un número o un código.
Desde finales del siglo XVIII se pone nombre a los huracanes, pero fue hasta principios del siglo XX cuando estos fenómenos pegaban en tierra, que fueron llamados según el santo patrón del día, cuando en esa época todavía se creía que los desastres meteorológicos eran una providencia divina.
El meteorólogo australiano Clement Lindley Wragge a finales del siglo XIX inventó el actual sistema de nombres, utilizando las letras del alfabeto griego y se sirvió de personales mitológicos, nombres de mujeres e incluso según cuenta la historia nombres de políticos que no eran de su agrado.
El Servicio de Meteorología de Estados Unidos (NWS) empezó a elaborar listas de nombres para serían utilizados a nivel global, aunque entonces solo se incluían nombres femeninos para los fenómenos meteorológicos, lo que después criticaron grupos feministas, al considerar que utilizar únicamente nombres de mujeres para designar a los huracanes era una forma de machismo, ya que eran fenómenos imprevisibles y peligrosos.
Así fue cómo, a partir de 1979 se empezaron a alternar nombres masculinos y femeninos de origen inglés, español y francés, manteniendo el orden alfabético.
En las diferentes zonas del planeta que registran la presencia de ciclones tiene su propia lista de 21 nombres y aunque el alfabeto tenga 26 letras, las listas de huracanes solo tienen 21 nombres, ya que se excluyen los nombres que empiezan por las letras Q, U, X, Y y Z, ya que son más difíciles de encontrar.
Al momento de empezar la temporada de huracanes, los nombres de la lista quedan ordenados alfabéticamente: el nombre del primer huracán o ciclón empieza por A, el segundo por B, y así sucesivamente, además de que se alternan los nombres de hombre y mujer.
Cuando un huracán, tifón o ciclón ha provocado una gran catástrofe, el nombre se retira de la lista y ya no puede volver a utilizarse como un homenaje a las víctimas.
Es importante mencionar que la Organización Meteorológica Mundial elabora seis listas de nombres para la temporada de huracanes en curso y el resto para los próximos años, y cuando termina el período de seis años, las listas vuelven a repetirse cíclicamente y fue en el año 2019 cuando el ciclo de listas volvió a comenzar.
En el caso de que se produzcan más de 21 huracanes o ciclones en un mismo año, como ocurrió en 2005, el número 22 se denominaría siguiendo el alfabeto griego (alfa, beta, etc.).
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¿Cuáles son los nombres de los huracanes en México?
La temporada de huracanes en México inició a partir del 15 de mayo en el Pacífico y en el Atlántico el 1 de junio, misma que habrá de terminar el 30 de noviembre, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y que a su vez dio a conocer los nombres de los huracanes en esta temporada.
Para este año, los nombres que llevarán los huracanes en el Océano Pacífico son: Adrián, Beatriz, Norma, Calvin, Otis, Dora, Pilar, Eugene, Ramón, Fernanda, Selma, Greg, Todd, Hilary, Verónica, Irwin, Wiley, Jova, Xina, Kenneth, York, Lidia y Zelda.
Por su parte en el océano Atlántico, Arlene, Margot, Bret, Nigel, Cindy, Ophelia, Don, Pilippe, Emily, Rina, Franklin, Sean, Gert, Mammy, Harold, Vince, Idalia, Whitney, José y Katia.
¿Cuántas categorías de huracanes existen?
La intensidad de los huracanes se define y clasifica a través de la escala Saffir-Simpson, en función de la velocidad de los vientos del mismo y la Semarnat establece que hay cinco categorías de huracanes.
Huracanes categoría 1: Son los que desplazan vientos entre 199 y 154 kilómetros por hora y generan leves afectaciones a la infraestructura y vegetación.
Huracanes categoría 2: Considerados de 154 a 178 km/h, provocan inundaciones en zonas costeras entre dos y cuatro horas antes de la llegada del huracán, así como daño serio a la infraestructura terrestre y marítima.
Huracanes categoría 3: Son de 178 a 208 km/h y dañan estructuras de construcciones por oleaje, derriba arbustos y árboles grandes, así como también inunda de tres a cinco horas antes de llegar el ciclón tropical.
Huracanes categoría 4: Alcanzan de 209 a 251 km/h ocasionando daños estructurales muy fuertes, derriban árboles, arbustos y señalizaciones, además generan inundaciones de hasta tres metros de altura, de tres a cinco horas antes de que se presente en huracán.
Huracanes categoría 5: Superan los 252 km/h y causan daños totales en construcciones ubicadas hasta 500 metros de la costa, así como falla del suministro de electricidad.
¿Cuál ha sido el huracán más fuerte en México?
El huracán Paulina, fue el ciclón tropical más mortífero, destructivo y costoso que haya tocado tierra en México, mismo que lo hizo el 8 de octubre de 1997 en el estado de Oaxaca.
El 7 de octubre Paulina registró su máxima intensidad alcanzando la categoría 4 en la escala de Saffer-Simpson con vientos de 215 km/h y rachas de hasta 240 km/h.
Fue para la tarde del 8 de octubre cuando tocó tierra cerca de Puerto Escondido, Oaxaca, provocando serias afectaciones en la costa de ese estado; el 9 de octubre se internó al estado de Guerrero dejando desbastado al puerto de Acapulco y fue hasta un día después cuando se disipó.
El desastre se presentó en una de las regiones más pobres de México dejando entre 230 y 400 personas muertas, así como cerca de 300 mil personas sin hogar y registrando daños por alrededor de 7 mil 500 millones de pesos, lo que lo colocó en el décimo puesto de los desastres naturales más devastadores.
¿Cuál fue el huracán más fuerte de la historia?
Considerada como la peor catástrofe del siglo XX fue la ocasionada por el huracán Mitch, ya que de acuerdo a los informes que fueron proporcionados, dejó un total de 18 mil víctimas y algunos de los cuerpos jamás fueron encontrados.
El fenómeno meteorológico que se presentó en 1998 alcanzó rachas de 285 km/h y los lugares más afectados fueron la bahía de Campeche y el estado de Florida, en Estados Unidos.
En el Top 3 de los más devastadores de la historia en el mundo, ocupa el segundo lugar el huracán Gordon registrado en 1994 y que tuvo su origen cerca de Panamá, pero al final el peor de los escenarios se lo llevó Haití, que registró más de mil muertes a causa de las inundaciones provocadas.
El huracán Hugo ocupa la tercera posición al ser considerado de los más peligros, el cual tocó tierra en Carolina del Sur en el año de 1989 y posteriormente se extendió a Puerto Rico, Saint Croix y algunas islas del mar Caribe, matando a más de 50 personas y dejando miles de millones de dólares en daños, siendo considerado entre los más costosos de la historia.
