De acuerdo a expertos, es habitual que el fenómeno de La Niña influya en el clima después de un período regido por su contraparte El Niño, que comenzó a tomar relevancia en mayo del año 2023 y ha tenido una intensidad especialmente alta; aunque los especialistas indican que existe incertidumbre sobre la fuerza que tendrá el nuevo fenómeno y su duración.
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Para el doctor Alejandro Jaramillo, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, los efectos de La Niña varían dependiendo de las regiones de la República Mexicana, incluso en varios países.
Por ejemplo: en el norte de México genera condiciones que se manifiestan con sequía, mucha de la humedad y la precipitación que llega a través de los frentes fríos deja de venir porque la circulación atmosférica empuja esos fenómenos más hacia el noroeste de Estados Unidos, explica Jaramillo.
¿Qué es el fenómeno de La Niña?
Este fenómeno natural se presenta como una variación climática global que forma parte del ciclo conocido como “El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), junto con su contraparte El Niño, que se caracteriza por un enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del Océano Pacífico.
La Niña es, desde luego, lo opuesto a El Niño provocado por el calentamiento del Océano Pacífico. Tiene gran impacto como comentamos en el norte de la región Pacífica, la región Andina y en el Caribe, que van desde aumento de las temperaturas globales, sequías o fuertes lluvias en algunas regiones, pérdida de bosques tropicales, condiciones favorables para los incendios forestales, deshielo acelerado, entre otros.
¿Cuándo impactaría a México?
Asimismo, los especialistas mencionan que la llegada de La Niña se ha retrasado por varios meses, pero ahora se espera que durante el mes de diciembre pueda llegar. Actualmente el mapa del Océano Pacífico indica que este fenómeno se mantiene en una fase neutral.
Se sabe que las previsiones era que La Niña sucediera en el mes de julio pasado, después de la larga estadía de El Niño que ocasionó altas temperaturas en gran parte de los estados del norte de la República. Por lo que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, comentó que existe un 57 por ciento de probabilidades de que La Niña arranque, como ya comentamos, en el cercano mes de diciembre.
Cuáles características destacan de La Niña
Entre los puntos destacables que el lector debe conocer están los cambios en la temperatura de los océanos que se enfrían más de lo habitual. Estos efectos climáticos suelen provocar lluvias intensas y riesgo de inundaciones en países de Centroamérica, sin descartar el impacto en la agricultura, ya que se alteran los patrones de lluvias y sequía.
Por su parte, el meteorólogo José Martín Cortés dio a conocer que “se ha estado retrasando y al menos en el último reporte del Centro de Predicciones Climáticas, la NOAA, aún no lo hacen oficial. Si bien es cierto, ya se enfrió desde finales de la primera y en el verano el mar se ha estado enfriando también”.
¿Cómo afectaría a Chihuahua?
En lo que respecta al estado de Chihuahua, se enfrenta una grave sequía que se ha prolongado desde el año pasado y la cual no ha sido paliada del todo con las lluvias que se registraron, incluso con los primeros frentes fríos. Dicha falta de lluvias suficientes compromete por ende al ciclo agrícola del año 2025, en un estado donde el campo es de gran importancia económica y social. Por ello los chihuahuenses viven a la expectativa.
Así, de acuerdo al sitio del clima Meteored, con el inicio de La Niña este otoño se prevén que las lluvias vayan a la baja. Eso podría generar que el invierno que está próximo sea relativamente más seco de lo habitual en el estado de Chihuahua, afectando desde luego al agro, incluso en el suministro de agua. Podría ocasionar que las heladas sean más severas y en algunos casos nevadas intensas.
Por lo que hay una alta probabilidad de que el estado de Chihuahua experimente este pronóstico en diciembre y que podrían coincidir con las fechas navideñas, cuyo temporal se podría extender hasta el mes de febrero, principalmente en las zonas altas del territorio chihuahuense.
