Son muchos los misterios que rodean a la Zona del Silencio. Desde leyendas paranormales que involucran espíritus, interferencias en aparatos electrónicos y hasta supuestos encuentros cercanos del tercer tipo. ¿Qué es un encuentro cercano del tercer tipo y qué historias se cuentan? Te contamos.
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¿Qué es un encuentro cercano del tercer tipo en la Ufología?
Corría el año 1972, cuando el astrónomo J. Allen Hynek, propuso que existen tres tipos de encuentros con extraterrestres. Con esto buscaba que las personas se movieran más allá de la superstición, pánico y absurdo, al dar una manera más racional y objetiva de catalogar las experiencias.
- Encuentro cercano del primer tipo: Se trata de un avistamiento en el que se manifiesta uno o más objetos voladores no identificados. Esto incluye objetos descritos vagamente como platillos voladores y naves que no pueden atribuirse a tecnología humana.
- Encuentro cercano del segundo tipo: Se trata de todo aquel contacto con un OVNI va acompañado por otras manifestaciones, como círculos en las cosechas, daños en el terreno o vegetación, animales asustados, interferencias electrónicas o mecánicas, lagunas de memoria, calor o radiación, parálisis o sensación de pérdida de tiempo.
- Encuentros cercanos del tercer tipo: Tal vez los más conocidos y a la vez controversiales, pues se trataría de un encuentro en el que se ha detectado un objeto volador no identificado junto a entidades biológicas, llamadas seres animados por Hynek.
El encuentro del tercer tipo de Luis Ramírez Reyes en la Zona del Silencio
Uno de los pioneros de la investigación Ovni en México, Luis Ramírez Reyes, contó una de las experiencias más recordadas en su tipo.
Según relató en entrevistas, en noviembre del año 1978, fue enviado por una cadena televisiva a la Zona del Silencio para realizar un reportaje. Para llegar al lugar designado para la grabación debían recorrer el desierto en compañía de un guía, pero este nunca llegó.
El equipo decidió aventurarse y terminó por perderse en la inmensidad del desierto chihuahuense, en la llamada Zona del Silencio, cuando unos seres se acercaron y lo ayudaron a que se reencontrara con sus compañeros.
“Una vez ante ellos, al lado del camino de terracería, recibimos la recomendación de avanzar a campo traviesa para reunirnos con el grupo. Esto lo hizo uno de los hombres de campo señalando un triángulo dibujado en el suelo. Su aspecto era normal, como todo campesino del norte. Nada indicaba algo ajeno a nuestros sentidos", contó en una entrevista.
“Tiempo después, logramos divisar gente a lo lejos, de quienes llamamos su atención luego de subirme al toldo del automóvil y que el fotógrafo hiciera señales con las luces y el claxon del carro”, en palabras de Ramírez Reyes.