La leyenda del Hombre Polilla es popular en muchas ciudades, pero en Ciudad Juárez este ser humanoide que se aparece por la localidad comenzó a popularizarse desde 1970, con historias de supuestos testigos que confirmaban haber visto a un ser alado volando por los cielos.
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Se cuenta que el Hombre Polilla o Mothman es un ser maligno que se alimenta de la energía de los humanos, apareciéndose principalmente en los cerros o lugares solitarios y oscuros que rodean a la ciudad como las carreteras y las zonas industriales, emitiendo un chillido extraño en su presencia.
Las leyendas lo describen como una entidad cuyos ojos son rojos y brillantes, apenas y se divisa como una silueta intimidante de gran tamaño, que además posee unas alas enormes que le hacen posible volar y cargar su cuerpo humanoide.
Realmente no existen pruebas certeras que comprueben la existencia de este extraño personaje, sin embargo, incluso en la actualidad muchos aseguran haberlo visto alguna vez por el Mirador Camino Real.
Otros afirman también que debes evitar por completo mirarlo a los ojos y que nunca lo sigas, pues podrías correr peligro de hacerlo, por el contrario, la recomendación es huir en la dirección opuesta.
Entre sus cualidades se le atribuye también la capacidad de moverse a grandes velocidades, pudiendo desaparecer sin dejar un solo rastro, pero la mayor de sus características o el motivo por el que muchos le temen, es que se le asocia con la venida de eventos trágicos, por tanto, verlo implicaría el presagio de algún accidente desastre natural.
A pesar de que no existan pruebas concretas respecto a la leyenda del Hombre Polilla, esta historia permanece viva en el imaginario colectivo de los juarenses, quienes comparten historias sobre esta criatura y aseguran haberla visto alguna vez sobrevolar la ciudad.
La leyenda se ha enriquecido con el tiempo con nuevos detalles, avistamientos y variaciones, pues esta historia ha crecido tanto que algunos aseguran haber visto a Mothman en otros sitios como Veracruz, San Luis Potosí y en diversas zonas de Estados Unidos.
Se trata tan solo de un ejemplo fascinante de las historias que Juárez esconde en sus rincones y cómo estas mismas unen y forman la identidad de la comunidad a través de las creencias y las vivencias que crean a nuestra cultura.
Nota original en El Heraldo de Juárez